Alejandra ve esa foto de Carlos y lo primero que piensa es que menos mal que no siguió con ese juego. Ni siquiera le sorprendió saber que ya estaba coqueteando con una de las actrices de su rodaje y no le extrañaría saber que a lo mejor va a terminar ennoviado. A pesar de que no eran noticias positivas, sobre todo las de Camilo, era como si de alguna manera se estuviera despejando el camino para hacer cosas distintas. Ella había quedado realmente contenta con lo que había pasado con François, había sentido una energía particular y en sus ojos había percibido transparencia. Era claro que tenía sus reservas. Los dos últimos hombres que habían estado cercanos a ella se habían revelado en un modo que a cualquiera le hubiera provocado una desconfianza infinita en cualquier hombre, sin embargo, había algo en François que le transmitía tranquilidad. Al final no era una mala idea irse de viaje, podría aprovechar para visitar algunos amigos que tenía en otras ciudades europeas y si las cosas con el periodista francés no eran como se las imaginaba, al menos había cambiado de ambiente. Todo esto la impulsaba a pensar que en realidad eso era lo que necesitaba: un cambio de aire. Suena el citófono, llegaron Sandra y Diego.

Entre los tres, y después de que Alejandra les contó exactamente cómo ocurrieron las cosas con Camilo, eligen un sitio muy cercano a la casa de Juliana, Alejandra le manda un mensaje, le advierte que Camilo la está rondando, que esté atenta y que se ven en 20 minutos. Juliana responde inmediatamente y le dice que no hay problema, que sabe perfecto cómo llegar a ese lugar por un camino menos frecuentado y que va a salir por la parte de atrás de su edificio. A este punto todos temen alguna reacción extraña de Camilo.

Llegan a la cita. Juliana ya los está esperando. Los saluda a todos con cortesía y muy determinada. Se sientan y Juliana inmediatamente saca su computador de un morral, lo prende y antes de mostrarle a todos las pruebas, hace una pequeña introducción.

Juliana: Alejandra, como te dije por teléfono, yo siento mucho tener que mostrarte estas cosas. Digamos que lo pensé bastante. Te conté que mi amiga está saliendo con el hacker y fueron ellos dos quienes me compartieron todo este material y acá obviamente yo me estoy arriesgando a que tu hagas una denuncia en la Fiscalía involucrando a Camilo y de paso eso arrastraría a Jorge, el hacker, pero con mi amiga nos sentamos a hablar de esta situación y nos pareció que quedarme callada era patrocinar a una persona que de verdad no sabemos lo que es capaz de hacer. Cuando yo salí con Camilo noté algunos comportamientos en él que me hicieron pensar, pero que a veces se confunden con interés, preocupación y un montón de videos que uno mismo se monta en la cabeza. El en ocasiones se me aparecía sin avisarme a sitios donde sabía que yo iba a estar trabajando, a mi casa llegaba mil veces sin decirme nada. Varias veces lo encontré esperándome en la sala de la portería y cosas así. Cuando pasó lo de la foto de Julio tuvimos una discusión super fuerte y me arrinconó contra una pared para hacerme jurar que yo no tenía nada con Julio. Esa noche me asusté, no puedo decir que me tocó, o que me pegó o algo así, pero me sentí super intimidada. Y cuando pasó lo de tu video, ahí sí que desencajó. Es que la expresión que notamos Julio y yo no dejó medio preocupados, pero al mismo tiempo pensábamos que era ‘normal’ porque tú eres su ex esposa, y como que uno piensa que debe ser inevitable sentir rabia o celos. De todos modos, a mi no me gustó ver el Camilo que se empezó a dejar ver después de todo eso y decidí dejar de salir con él. Llegó un punto en que no me sentía cómoda. Pero definitivamente lo que me hizo tomar la decisión de hablar contigo fue cuando Julio me dijo que lo había visto en el funeral de tu mamá, que estaba super pendiente de ti, que parecía de verdad tu esposo. Ahí entendí que él se estaba acercando de nuevo a ti y me dio miedo Alejandra. Yo he pasado por situaciones muy duras en mi vida, tuve una relación con un maltratador, estuve ciega y sometida durante mucho tiempo y hoy no sé ni cómo fui capaz de salirme de ahí, pero me costó mucho. Quedé con mi autoestima destruida, llegué a hacerme daño, estaba segura de que eso era lo que me merecía y este hombre si me golpeaba y me humillaba en una forma que no puedo explicar. Lo peor de estos personajes es que se presentan como lords y con el tiempo sacan las uñas.  Te digo todo esto porque sé que tu puedes dudar, que a este punto debes dudar de todo el mundo, pero ahora que veas todo vas a saber que efectivamente fue Camilo y que si te está rondando es mejor que tomes medidas drásticas porque de verdad me parece hasta peligroso.

Alejandra, Diego y Sandra estaban mudos escuchando todo el discurso de Juliana; solo la miraban con toda la atención y observaban cada movimiento, no quitaban los ojos del computador. Parecían un grupo de estudiantes que siguen concentrados la lección de la profesora. Finalmente, Juliana abre una carpeta y empieza a sacar screenshots y audios en donde queda claro que se trataba de Camilo.

Sandra: No, mk. Yo no te puedo creer que este tipo haya sido capaz de hacerte todo esto Ale. Es que nunca pensamos que fuera él porque era imposible. A mi al menos no me cabía en la cabeza.

Diego: A mi menos, yo hubiera pensado mal hasta de ti Juliana, y perdona mi sinceridad, pero jamás de Camilo. Es que estábamos convencidos de que había sido Julio de pronto por un tema de celos profesionales con Carlos.

Juliana: Los entiendo y no me extraña que hayan dudado de mí. Es más, yo también dudé de Julio, pero él me juró que no tenía nada qué ver con eso. Al revés, me acuerdo perfecto que esa noche de la fiesta de Carlos cuando yo lo recogí, estaba friquiado y me decía: no, ese huevón de Carlos en esa borrachera en la que anda y ese video ahí en esa cámara…qué peligro. Y mira, ninguno de los que estuvo en esa fiesta fue el culpable de ese rollo. Fue Camilo. Eso sí, a mi no me vayas a preguntar cosas técnicas porque no tengo ni idea cómo pudo acceder el hacker a todo esto. De lo que me acuerdo, creo que a través del computador de Carlos, él pudo entrar a la cámara y de ahí sacó todo. Y lo de tu celular, en algún momento que él estuvo contigo lo único que tenía que hacer era descargar una aplicación o algo así que le mandó Jorge, el hacker, a Camilo. Y así fue como él desenmarañó todo y se craneó todo para poder culpar a Sandra y a Diego.

Alejandra: ¡Dios mío! Yo no sé ni qué pensar, pero tampoco sé qué hacer.

Juliana: Alejandra, si me lo permites, como experiencia personal, te digo que no le vayas a dar a entender a él nada hasta que no te sientas o estés absolutamente protegida, ya sea con las autoridades, o con quien sea que tu te sientas al seguro. Piensa que yo también me estoy exponiendo, pero no me importa. Yo ya estoy lista para lidiar con estos hijos de puta, y de acá a que Camilo hile, yo ya voy tres pasos adelante. Jorge, el novio de amiga, me tiene cuidada. Este mundo del dark web, es heavy. Esta gente no juega y va muy en serio. Pero Camilo es un pendejo, Alejandra. Es un niño consentido que se las quiso dar de avispado para reconquistarte o qué se yo, sin embargo, no se puede subestimar porque esos que se ven así medio ahuevados a veces salen con sorpresas feas. No te quiero asustar, simplemente te quiero prevenir. Yo no hubiera podido encontrar un perdón para mi si a ti te llegaba a pasar algo en manos de Camilo sabiendo que no te advertí nada. Ahora lo sabes y si no nos protegemos entre nosotras, entonces los ataques, los feminicidios, las agresiones seguirán aumentando.

Cuando todos voltean a mirar a Alejandra, está desconsolada llorando. No puede creer que el hombre con el que estuvo casada fuera capaz de ocasionarle un mal semejante. Diego y Sandra la rodean, la abrazan, le recuerdan que ella no está sola y que no la van a desamparar, que no le va a pasar nada y que van a tomar las medidas que sean necesarias para deshacerse de ese enfermo. Alejandra le agradece a Juliana, le dice que ella no se alcanza a imaginar el favor que le acaba de hacer, que hasta había pensado irse con él de viaje y que eso hubiera sido el peor de su vida. En realidad, sentía que desconocía a Camilo y su comportamiento le daba miedo. Se despiden, Juliana le dice que ella está disponible para lo que ella necesite, que cuando quiera llamarla así sea para hablar, que ella va a estar muy pendiente. Que no se quede sola con estas cosas y que le ponga fin al tema con Camilo.

Salen los tres amigos del sitio y se van caminando por un rato tratando de entender, de aterrizar y de saber qué pueden hacer. Diego le dice a Alejandra que por qué no adelanta su viaje y se va tan pronto sea posible, Sandra le dice que ella cree que lo debería denunciar, Alejandra mientras tanto escucha a sus amigos y trata de poner las ideas en orden. En ese momento le entra un mensaje de François, diciéndole que va camino al aeropuerto, que espera que esté bien, que la piensa mucho y que ahora la llama. Logra sacarle una sonrisa en medio del desconcierto y la incertidumbre. Llegan finalmente a la casa de Alejandra de nuevo. Se adelantan ella y Diego y Sandra se queda en una tienda comprando algo. Cuando Sandra sigue el camino para alcanzarlos, se da cuenta que Camilo se está bajando del carro y Alejandra y Diego no lo han visto. Sandra se percata que tiene algo en el bolsillo y se va caminando detrás de Alejandra. Sandra no lo piensa dos veces y empieza a correr sin gritar porque piensa que él puede reaccionar y cuando nota que Camilo saca del bolsillo de su chaqueta algo, casi alcanzándolo le sale un grito estridente de sus pulmones.

Sandra: Alejandraaaaaaaa! ¡¡¡No mires hacia atrás y correeeeeeeeee!!!