Camilo: No entiendo, es una foto de Juliana. Anoche estuvo en una comida en la casa de no se quien y me llegó una foto de ella sentada al lado de Julio. ¿Ninguno de tus amigos estuvo ahí?
Alejandra: Si, estaba Sandra. Pero ¿quién te mandó la foto?
Camilo: No sé, es un número desconocido.
Alejandra: Pero ¿qué es eso tan raro? ¡Mándamela!
Camilo le manda la foto a Alejandra y resulta ser la misma que le había mandado Sandra a ella la noche anterior.
Camilo: ¿Sabes quiénes son los que están al lado?
Alejandra: No. No los conozco. Dame el teléfono de donde te llegó esa foto. Y hablamos después. Voy a ver si conozco ese número y te cuento cualquier cosa.
Camilo le manda el número, Alejandra verifica y resulta ser un número desconocido para ella. Se pregunta a quién más Sandra le mandó esa foto porque en realidad parece ser que quien se la mandó a Camilo lo hizo con la intención de que se enterara que Juliana estaba en una situación comprometedora con el reconocido director y amigo, Julio Guerra. En ese momento llaman a abordar a Alejandra, se da cuenta que no alcanza a llamar a Sandra, pero le manda un mensaje.
Mensaje de Alejandra:
Quiubo querida. Mk, estoy a punto de subirme al avión pero a Camilo le llegó la foto que tu me mandaste anoche y está en shock. Le llegó de un número desconocido. ¿A quién más le mandaste esa foto? Se ve que se la mandaron para echar al agua a Juliana.
Sandra no responde el mensaje inmediatamente, está muy temprano. Probablemente está durmiendo y Alejandra no tiene otra opción que subirse al avión. Piensa que afortunadamente es un vuelo corto porque queda con mucha curiosidad por esa situación tan extraña. Cuando llega a su destino y prende de nuevo el celular encuentra la respuesta de su amiga:
Mensaje de Sandra:
¿Cómo así, mk? No me asustes. Yo anoche tomé un montón de fotos porque la comida estaba muy chévere y vos sabés que la casa de María es bellísima. Incluso fue ella quien me pidió que las tomara. Le mostré algunas y me dijo, mándamelas que están divinas y se las mandé pero obviamente no estaba la de Juliana.
Mensaje de Alejandra:
Más tarde te llamo. Acabo de aterrizar y voy a estar super ocupada, pero te llamo cuando pueda. Revisa por si de pronto se te fue esa foto en el grupo de las que le mandaste a María. Mk, nos metimos en la grande con eso.
Alejandra empieza su jornada de trabajo y no tiene tiempo ni de respirar. Hay muchas actividades que debe realizar con la comunidad y sus miembros la están esperando con una agenda llena de compromisos. Se pasa el día entero y solo hasta por la noche cuando está acomodada en la habitación donde va a dormir, tiene tiempo de volver a su vida. Encuentra varios mensajes de Camilo, otros de Sandra, de su mamá, de Diego y empieza a revisar.
Camilo le dice a Alejandra que le ayude a saber de quién es ese teléfono, que obviamente ha marcado varias veces, que no le contestan y que a un cierto punto, hay un mensaje que dice que ese número no está activado. Le dice que él le mandó la foto a Juliana y que ella le dice que de pronto tiene una idea de quién le pudo tomar la foto, pero que no está segura. Que es un mal entendido y que se ve la mala intención de quién la tomó para hacer parecer algo que no fue. Le dice que por favor le pregunte a Sandra lo que ella vio, que él necesita saber si de verdad pasó algo entre Juliana y Julio y que quiere saber quién le mandó esa foto.
Alejandra queda perpleja y cada vez se asusta más. En los mensajes de Sandra encuentra que efectivamente por error le mandó esa foto a María. Pero le dice que es imposible que María se ponga en ese plan de mandársela a Camilo. Primero, María es una señora grande, bastante ocupada como para ponerse en ese plan. Segundo, ella no conoce a Camilo. ¿Tercero, qué intención podría tener para hacer algo así? María simplemente esa noche era la dueña de casa, ofreció una comida a unos amigos, y ella no tiene nada qué ver en ese enredo. Pero lo que sí le quería dejar claro es que todos se dieron cuenta de lo que estaba pasando entre Julio y Juliana, al punto que alguien hasta les preguntó cuánto llevaban saliendo. Los dos sonrieron y se hicieron los locos. Pero cualquiera que estaba esa noche puede confirmar que estaban super cariñosos.
Alejandra se pone a pensar que a ella no tiene por qué importarle ese enredo. Lo único que le parecía feo es que su amiga Sandra saliera involucrada en algo así; que se supiera que había sido ella quien había tomado la foto porque inmediatamente la iban a relacionar con el hecho de que es la amiga de la ex de Camilo y que en teoría sería la única que podría tener una motivación para mortificarlo. Sin embargo, ella confiaba de manera absoluta en su amiga, sabía que no había sido ella quien había enviado esa foto, entonces no había por que preocuparse. Al final, eso era un tema de Camilo con su novia. Era evidente que lo estaba engañando y si él quería enredarse la vida tratando de desenmarañar una cosa que era muy clara, era su problema. No tenía tiempo para ocuparse de esos temas. Se había dado cuenta que iba a tener una semana muy intensa y que debía concentrarse en sus objetivos porque de esa visita dependía gran parte del proyecto en el que estaba trabajando desde hacía meses.
Así que a la única persona que le devuelve la llamada es a su mamá. Hablan por un rato, Alejandra le cuenta cómo estuvo su día, le pregunta cómo le fue con sus actividades, se ríen, su mamá le dice que se cuide mucho, que coma bien, que no exagere con el trabajo, pero que se alegra que le esté yendo bien. Que está segura de que va a lograr todos sus objetivos y que su propuesta va a ser un éxito. Terminan su conversación animadamente y Alejandra le dice que se va a descansar, que al día siguiente la llama cuando tenga el espacio.
Antes de dormir, se le viene a la mente Carlos. Ellos no habían establecido rutinas jamás y el hecho de que ella estuviera de viaje y que él ni siquiera le mandara un mensaje para preguntarle cómo le había ido en su vuelo, o cómo iba su trabajo, si estaba bien o mal, le confirmaba lo de siempre: Carlos era un tipo que se preocupaba por él, por sus cosas, por su bienestar, su comodidad y el resto lo tenía sin cuidado. El sólo se interesaba en ella cuando iba a ir a su casa y después iban a tener sexo, pero su cotidianidad, su trabajo, su familia, sus gustos, etc., definitivamente no estaban en su lista de temas prioritarios.
Eso la hacía regresar de nuevo a ese video. Pensaba que a la hora de la verdad ella no conocía muy bien a Carlos. Que había decidido hacer algo muy íntimo con un hombre con el que no tiene unos lazos fuertes en ningún contexto. Había decidido confiar ciegamente en un hombre por el que sentía una atracción física importante, con quien tenía un sexo espectacular, que si, que era un hombre muy interesante e inteligente, pero con el que no había construido nada diferente a una comunicación a nivel sexual que se había enriquecido con cada encuentro, pero que más allá de eso, no había nada. Lo peor, lo más grave, lo que la hacía más vulnerable, es que ese video todavía existía y que estaba en manos de ese hombre que no conoce de verdad.
Al improviso, recibe un mensaje.
Mensaje de Carlos:
Hola linda, espero que todo vaya bien con tu viaje. Tengo una noticia que talvez no te va a gustar, pero creo que te lo tengo que decir. Como te dije que me voy de rodaje por dos meses, estoy preparando mis equipos y uno de los técnicos con los que voy a trabajar se llevó hoy mi cámara porque tenía que le pedí que me configurara unos temas que necesito. Olvidé completamente el video. Yo no estaba cuando vino a recogerla y me acordé ahora que llegué a la casa. No sé qué es peor. Si no decirle nada, o advertirle que hay un material que no debe ver. ¿Qué opinas?