Alejandra por instinto mira a Camilo quien le abre los ojos y cuando iba a acompañar el gesto con una palabra, llega Juliana y prefiere callar.

Carlos: ¿Entonces?

Alejandra: Si, me voy contigo.

Camilo: Creo que Diego y Sandra te estaban buscando.

En ese momento llegan el par de amigos con la cartera y la chaqueta de Alejandra.

Diego: Ale, nosotros nos vamos. Te trajimos tus cosas. ¿Te quedas? ¿Vienes con nosotros?

Alejandra: No, yo me voy con Carlos. Gracias por traerme las cosas. Chao Camilo, chao Juliana.

El grupo se despide y se adelantan Carlos y Diego, y bajan detrás Alejandra y Sandra.

Sandra: (en voz baja) ¡Caíste como una cucaracha! Después no me llamés a llorar porque te lo advertí.

Alejandra: Shhhh, calla pequeña. No va a pasar nada.

Sandra: ¡Jah! ¡Oigan a ésta! Ya está pasando. Ya pasó, mejor dicho.

Los cuatro se despiden al frente de la casa y cada pareja toma su rumbo.

Al día siguiente cuando Alejandra abre los ojos, se encuentra con la mano de Carlos en su pelo y su cara en frente de la suya.

Carlos: Hola. Pero miren esos ojitos todos brillantes. !Ay mk! ¿Nos jodimos acá, o qué pasó? ¿Se me va a enamorar?

Alejandra: jajaja Qué me voy a enamorar de alguien que ni siquiera me ha preguntado lo que hago…

Carlos: Bueno, ya vi gran parte de lo que haces y debo decirte que eres una completa delicia. Pero ok, cuéntame a qué te dedicas.

Alejandra: ¿De verdad te interesa o me estás complaciendo?

Carlos: Yo estoy muy viejo para andar complaciendo. Contáme que me interesa saber qué hace en la vida esta mujer a la que le brillan tanto los ojos.

Alejandra: Ay Dios mío, tú eres tenaz. Trabajo en una petrolera.

Carlos: ¿Que qué? Jajaja ¿Toda una rola del mundo corporativo? ¿Y qué haces en la cama de un cineasta que conociste hace unas horas en la casa de otro cineasta? ¿Qué haces tú metida en ese mundo yupi?

Alejandra: No sé. Creo que la vida me ha ido poniendo en ciertos lugares y yo me he dejado. Trabajo con las comunidades en el área de Responsabilidad Social.

Carlos: ¡Qué risa y qué extraño! ¿Te vas tambaleando de un mundo para otro? Porque entiendo que seas amiga de Dieguito, pero ¿Sandra? ¿Hace cuánto la conoces?

Alejandra: Hace muchos años y la amo.

Carlos: Sandra es una belleza, pero ella es calle, ¿no?

Alejandra: Lo sé y creo que por eso la amo más. La admiro y la respeto profundamente. Es dura de carácter y lo puedo entender, pero al mismo tiempo es un mar de talento, de inteligencia, de creatividad. Me da risa porque cuando estoy con ella me siento segura. Pues sabes que una vez me dijo que la acompañara donde una amiga y terminé en un apartamento en el barrio Santafé? Mk, de verdad está muy loca y pues yo también.

Carlos: jajaja no me extraña que te haya llevado por allá. Muy raro una niña bien como tú metida en ese bajo mundo.

Alejandra: No diría que soy una niña bien. Fui afortunada y medio juiciosa. En el estudio, quiero decir. ¿Y el bajo mundo?…Jah! En el bajo mundo como tú lo llamas me he encontrado unos seres fantásticos, puros, auténticos. Irónicamente he conocido mucha gente en este medio en el que trabajo que vive en el alto mundo con las almas negras y llenas de vacíos.

Carlos: Pero tu ex sí es un niño bien.

Alejandra: El sí. Lo conocí en el famoso mundo corporativo.

Carlos: ¿Y qué vas a decir cuando te pregunten que dónde me conociste a mi?

Alejandra: jajaja Pues la verdad. En una rumba llena de gente loca, borracha y trabada, incluyéndome. Oye, me tengo que ir.

Carlos: ¿Y por qué? Hoy es domingo, es un día para descansar y hacer el amor.

Alejandra: Tengo varias cosas que hacer y voy donde mi mamá.

Carlos: Bueno, no te voy a retener.

Alejandra se levanta de esa cama, recoge sus cosas, se va para el baño, se mira en el espejo y confirma ese brillo del que le habló Carlos. Se echa agua en la cara como queriendo borrar esa luz extraña que sale de sus ojos, se ríe sola y al fin sale. Carlos le pide su número del celular, ella llama un taxi, se dan un besito y sale de ese apartamento corriendo.

Cuando llega a su casa llama a su mamá.

Alejandra: Hola mami, ¿cómo estás? Cómo te sientes hoy?

Mamá: Hola mi amor, bien. Hoy me siento mucho mejor. ¿Tú cómo estás?

Alejandra: Pues bien mami. Acabé de llegar a la casa.

Mamá: ¿Y eso? ¿Dónde andabas?

Alejandra: No, pues imagínate que anoche me fui para una fiesta y me encontré con Camilo y su nueva novia.

Mamá: ¿Tiene novia? No te puedo creer. Bueno, pues también era de esperarse.

Alejandra: Obvio, pero me dio como duro, ¿Sabes? No sé. No puedo decir que me dieron celos, creo que fue más una cosa de ego. ¡Además vieras a la novia! Es una modelo y actriz.

Mamá: Ay! No te creo! Osea, linda la india! Jajaja. Aleja, pero no puedes ser así. Tú también has salido con gente. Es lo normal. Que hagan sus vidas de nuevo. Pero bueno, ¿y en dónde te quedaste?

Alejandra: Esa es la peor parte. Me fui con un cineasta que conocí en esa fiesta que me encantó. Qué tipo tan interesante, tan bonito, tan divertido y tan peligroso.

Mamá: Ay no, Alejandra. ¿Pero de verdad? ¿Y por qué peligroso si tiene tantas cualidades?

Alejandra: Porque es un man grande ya, nunca se ha casado, es mañoso, medio neurótico, super coqueto y encantador. No, no, no. Me toca a metros. Si yo sigo saliendo con ese tipo me enamoro y pierdo el año.

Mamá: Bueno, al menos lo identificaste. ¿Crees que eres capaz de no salir con él si te gustó tanto?

Alejandra: No. No es que si creo que soy capaz. Es que tengo que ser capaz. No puedo verlo más. Ya quedé medio loca con una noche, imagínate si le sigo la corriente…no, no puedo.

Mamá: Bueno, amanecerá y veremos. Si no, acá te espero con la ponchera para echar todo el lagrimerío jajaja.

Alejandra: Mamiiiii, no seas así. Pero tengo que aceptarlo. Me brillaron los ojos, por un momento me dejé llevar y sentí las emociones pellizcando cada parte de mi cuerpo, me sentí hasta feliz por no haber perdido esa capacidad de sorprenderme. Qué cosas raras que pasan.

Mamá: ¡Mírate! Haciendo el esfuerzo de controlar menos para vivir y agradecer más. Aceptando con humildad y nobleza lo que trae cada día a tu vida. ¡Como te luce ese brillo en los ojos!

Alejandra: Mami, te amo. Me voy a bañar y nos vemos más tarde.

Alejandra pasa un domingo tranquilo en compañía de su mamá, regresa en la noche a su casa y se acuesta a dormir reposada.

Al día siguiente sale temprano para la oficina, se concentra para empezar a trabajar en una propuesta que debe presentar al Comité Directivo y de repente vibra su celular.

Mensaje de Camilo:

Hola, ¿Cómo te acabó de ir con el tipo ese?

Alejandra leyó el mensaje y sintió rabia. Pensaba que Camilo era peor de egoísta que ella y odiaba ese tono de reclamo que usaba para preguntarle cosas relacionadas con su vida privada. Le pareció un completo imbécil y le dieron ganas de mandarlo a la porra, pero después decidió ignorar el mensaje y no contestarle. Siguió en sus actividades y así pasó todo el día muy ocupada en su trabajo. Como a las 4:00 p.m. recibe otro mensaje.

Mensaje de Carlos:

Mañana hay proyección de mi peli en el Teatro Nacional a las 8:00 p.m. ¿Nos vemos en mi casa a las 7:00 p.m.?