Catalina quedó petrificada. Ni siquiera se volteó a mirar y pensaba que había millones de Andreses, que Angela conocía un montón de gente y que era imposible que fuera el mismo. Mientras todo esto le daba vueltas en su cabeza, vio cómo Angela se fue levantando de la silla, estiró su brazo y con una sonrisa que dejaba ver su alegría saludó a este hombre que se acercó a ella sin mirar a nadie, se dieron un abrazo, Andrés se giró vio a Catalina y los dos quedaron en shock y empieza el tartamudeo:
Angela: ¡Andy! ¡Qué alegría! ¡Tanto tiempo sin verte! ¡Estás hecho un churro! Mira, te presento a Catalina.
Andrés: ¡Hoooola Cata! ¡Qué sorpresa! Jajajaja
Angela: ¿Cómo así? ¿Ustedes se conocen?
Catalina: No, pues si, pero no. Mejor dicho, no me acordaba muy bien de ti. Han pasado millones de años.
Angela: ¿Pero de dónde se conocen?
Andrés: Es que yo estudié en el colegio de Catalina, pero me cambié como a los 13 años y me pasé a nuestro colegio.
Angela: ¡Ah! ¡Si! ¡Es cierto! No me acordaba de esa historia. (A Catalina) Lo que pasa es que Andrés es más amigo de mi hermano porque después trabajaron en un proyecto juntos. ¡Como es de chiquito este mundo! ¡Qué risa!
Catalina estaba paralizada, le sudaban las manos y no le quitaba los ojos de encima a Angela. No era capaz de mirar a Andrés. Angela estaba encantada con el encuentro:
Angela: Ven, pero ¿tu qué? Sigues casado? Cómo está Laura? Hace años que no la veo, ni siquiera en las redes. Ella no es como muy activa, ¿no? Es que como que estoy rodeada de gente que pocón con las redes. Catalina de vainas tiene Facebook y entra una vez al año. Me encantaría ver a Laura. Tus hijos deben estar enormes. ¿Pero fue que te devolviste para Colombia?
Andrés: Si, llegué hace un año y medio y sigo con mi empresa. Me vine porque mi socio me vendió su parte y me tocaba venirme si o si. Laura bien y los niños grandes, si. ¿Y tu? ¿Tu hermano? ¿Mauricio?
Angela: Bien, todos bien. ¿Sabes quién llegó anteayer? Mi hermana Mariana.
Andrés: ¿De verdad? ¿Se vino a vivir?
Angela: No, vino por unos días. Se separó y no la está pasando bien.
Andrés: ¡Ah! ¡Qué cagada! ¡Lo siento mucho! Me toca dejarlas porque estoy con un cliente y me da pena dejarlo ahí.
Angela: Claro, qué pena yo toda chismosa. Toma mi tarjeta por si ya no tienen mis datos. Por favor ven con Laura y los niños al restaurante. Organicemos algo para vernos, ¿si?
Andrés: Si, claro que si. Te escribo. Chao Angela, Chao Catalina, me dio gusto verte.
Catalina parecía un zombie. Desde que pronució las tres o cuatro palabras durante esa conversación se había apoderado de ella un mutismo absoluto. Ella miraba a Angela y veía cómo se movían sus labios pero no escuchaba nada de lo que estaba diciendo hasta que algo la hizo reaccionar.
Angela: ¡Buenas!!! ¡Catalina por Dios! ¿Para dónde te fuiste? Jajaja. Qué tal el churro, mk! No me acordaba que había estudiado en tu colegio.
Catalina: No. Si. Jajaja No me acordaba de él. ¿Pero por qué tu hermano era más cercano si es de tu promoción y tu hermano es más grande?
Angela: Porque como Andrés es arquitecto, una vez trabajaron en un proyecto juntos y les fue muy bien. Mi hermano lo adora.
Catalina: ¿Y tu conoces a la esposa? ¿También es de tu colegio?
Angela: No. A ella la conocí a través de mi hermano cuando estábamos buscando a alguien para remodelar el patio del restaurante. El sabía que la esposa de Andrés se dedicaba a eso y nos hizo el diseño de interiores. También es arquitecta pero se dedicó al diseño. Es super querida pero no sé, a mi siempre me pareció medio extraña la relación entre ellos dos.
Catalina: ¿Por qué extraña?
Angela: No sé. Es que Andrés es super deportista, monta bici pero a un nivel casi pro y se va de viaje solo y dura un montón y ella como que no encaja ahí. No sé, es muy raro. Cuando ella nos hizo la obra, él por ejemplo estaba en Japón o algo así. Se había ido a montar y ella ahí camellando. No tiene redes sociales, es la más introvertida, bueno, un poco como tú. Pero siempre hubo algo en ella que me parecía extraño. No sé qué era. De todos modos me gustaría ponerme en contacto con ella porque ya han pasado varios años y quiero hacerle unos arreglos al patio. Quiero cambiar cosas y sería chévere hacerlo con Laura porque ya conoce los espacios.
Catalina: Pero espera, ¿y él dónde estaba viviendo? ¿Cómo así que llegó hace un año y medio?
Angela: Estaba viviendo en NY, por eso sabe de Mariana. No creo que se conozcan pero una vez muy querido le llevó unas cosas que le mandó mi mamá a Mariana y ella las recogió en la casa de él pero se las dio la esposa porque Andrés, como por variar, se había ido de viaje.
Catalina: Veo.¡Uff! Pero pues se conocen todos con todos mejor dicho…
Angela: Pues si. Resultó un lazo ahí medio raro. Pero después de eso mira que nunca más volvimos a saber de Andrés. Mi hermano como que se cruzó un par de mensajes con él y después ni más. Perdimos el rastro hasta hoy. Bueno, pero yo te iba a contar era del tipo de Mariana.
Catalina: Angie, pero ya no alcanzo. Se pasó el tiempo super rápido y tengo que volver a la oficina porque me espera una montaña de trabajo.
Angela: No, pues claro. Te entiendo. Ve tranquila, que después nos actualizamos. Súbete que yo te invito y nos hablamos mañana para cuadrar el paseo.
Catalina: Ok. Gracias, tan linda. Hablamos mañana. Catalina se paró como pudo de esa mesa y cuando ya se estaba empezando a alejar, se volteó y le dijo a Angela:
Catalina: Oye, ¿pero dónde es que vive el tipo de Mariana?
Angela: Acá. ¿Por qué?
Catalina: Ah no, pues porque anoche quedamos ahí. Pero bueno, después seguimos. Chao Angie y gracias.
Catalina no pudo ni voltearse para ver si Andrés seguía ahí, le temblaban las piernas, entró al edificio como pudo y mientras esperaba el ascensor le suena el celular:
Mensaje de Andrés:
Hola! Estás más linda que ayer! Qué coincidencia tan absurda! Jajaja Te vi con cara de pánico. Bueno, mañana en el almuerzo nos actualizamos. Te mando mil besos bien repartiditos por ese cuerpo tan lindo que tienes.