Me imagino que ustedes saben que el emoji que se usa en las aplicaciones más conocidas como whatsapp para representar el miembro genital masculino es esa berenjena morada; bueno, pues acá va la historia de Ana María, una gran coleccionista.

Ana, como la llaman sus amigas, es una mujer super simpática, divertidísima, de ojos muy expresivos, de dientes grandes, blanco marfil y un pelo largo color “dorado del putas”, como ella misma lo describe. Entrando en sus treintas decidió dejarse atrapar por uno de sus tantos pretendientes y se nos casó la bendita.

Sin embargo, siempre ha sido blanco de muchos hombres y aunque su estatus fuera ennoviada, emparejada, amigobia, arroz en bajo, soltera o casada, la persiguen, le envían mensajes, corazones y piropos de unos y de otros. Ella se divierte con esto y claro, se siente super atractiva, sonríe y se burla de lo lindo de la lista de machos que la asedian.

Desde hace un buen tiempo, Ana tomó una decisión. Ella, que ha sido una mujer abierta y que ha vivido su sexualidad con mucha naturalidad y sin verguenzas, entró en la dinámica del ‘sexting’, y sin tapujos ni pena, comenzó a pedir de frente y sin dolor fotos y videos de los genitales a sus amantes. Muy precavida, ha delegado la misión del archivo a una de sus amigas más cercanas y hoy en día tiene prácticamente un portafolio clasificado así: tamaño, desempeño, photoshop, morfología, creatividad, se perdió esa platica y fake y/o real.

Nadie nunca se podrá imaginar cuántas historias, películas y sobre todo risas han salido de ese álbum. La amiga de Ana, ‘la archivista’, es la más emocionada con su tarea; siendo amigas, conoce también muchas de las caras que corresponden a estas berenjenas, pero hay otras que no y opina sin reservas; es más, le hace solicitudes explícitas y muchas veces la ha hecho dudar de la veracidad de algunas. De algún modo, ella las siente suyas y les hace el debido control de calidad. Inclusive ha llegado a decirle: “Ana, no abuse! No le recibo más la berenjena del Peoresnada“. Porque claro, cada personaje tiene su respectivo apodo!

Quién sabe qué pensarían los dueños de estas berenjenas si vieran sus calificaciones. Unos se sentirían muy halagados, otros no tanto. De todos modos, este par de mujeres han llorado de risa con esta invaluable colección, que quién sabe si algún día compartirán con sus nietas. Conociendo a Ana, yo diría que si.

Ps. Esta historia de Ana me hace recordar una canción de la Mala Rodríguez que se llama ‘Tengo lo que tu quieres’. Creo que muchos de sus hombres quisieran ver esa colección, sobre todo la calificación!