Andrés entra a la cocina y encuentra Laura sentada en la barra con un café en la mano. Cuando ella lo ve inmediatamente se para de la silla.

Laura: ¡Por Dios! ¿Pero qué te pasó? ¿Por qué tienes la cara así? ¿Quién te pegó?

Andrés: Nada, Laura, no me pasó nada grave. Estoy bien. Ya hablaremos de eso. Estoy bien.

Laura: Bien no estás, ¿te caíste de la bicicleta?

Andrés: ya te dije que estoy bien y que después hablamos de eso.

Laura: Bueno, como quieras. ¿Quieres desayunar?

Andrés: No, ya desayuné.

Laura: Bueno, pero pudiste solucionar lo de la casa de tus papás, ¿todo está bien?

Andrés: Si, todo está bien Laura.

Laura: No parece. ¿Por qué me estás hablando así? ¿Qué te pasa?

Andrés se queda en silencio, toma su celular y busca la canción de Lewis Capaldi en Youtube y la activa. Laura inmediatamente voltea a mirarlo y le dice:

Laura: ¿Y eso? ¿Por qué pones esa canción?

Andrés: No sé. Me acordé que a ti te encanta, no? Tuviste una época que la escuchabas permanentemente. Siempre me causó curiosidad saber por qué de un momento a otro, tú que no eres la más musical, resultaste con esa canción tan pegada. Además, porque es como de despecho, como triste. ¿Estabas triste, Laura? ¿Estabas pasando por un mal momento?

Laura: ¡Mi amor, pero que preguntas tan raras! No sé, creo que la escuché una noche que venía un día en uber y me pareció bonita y ya. Nada raro. ¡Mira la mata tan divina que compré!

Andrés: ¿Laura, por qué no me contaste que fuiste a ver a Mariana a la clínica?

Laura: mmm…si te dije, ¿no? Talvez se me pasó. Juré que te lo había dicho. Nada, Angela me contó que estaba en la Clínica y decidí pasar a saludarla. Pobre, está tan mal. La tienen super medicada. Sabes que las personas que llegan a las clínicas es porque se encuentran en un estado casi de delirio y a veces dicen cosas sin sentido. Pobre niña, ojalá se recupere pronto.

Andrés: ¿Por qué le dijiste que se alejara de mi si yo ni siquiera la había visto una sola vez en mi vida?

Laura: ¿Qué? ¡Ay por favor! ¿Pero bueno, y a ti quién te dijo todo esto?

Andrés: Ella me lo dijo.

Laura: ¿Te viste con ella?

Andrés: Si. Fui a la clínica y me contó todo acerca de las supuestas conversaciones que tuve con ella durante un largo periodo.

Laura: Mira mi amor, a Mariana no se le puede dar crédito de lo que dice en estos momentos. Ella esta dopada y seguro tiene hasta alucinaciones. Tengo que salir a hacer unas vueltas, ¿tienes algún antojo especial para el almuerzo? Te quiero consentir, verte así con esa carita me tiene super triste.

Andrés: Laura, deja de actuar como si no pasara nada. Te doy la oportunidad de que me digas la verdad y me expliques por qué fuiste donde Mariana a amenazarla si tu sabías muy bien que yo no estaba hablando con ella.

Laura: Está bien, ¿quieres que hable? Ok. Te voy a hablar. No quería profundizar en esto porque tu sabes que no me gusta complicar la vida, pero está bien. Desde hace un tiempo había tenido algunos problemas con mi computador y no me estaban funcionando bien los softwares para mis diseños así que mi hermana me recomendó un tipo que les ayuda a ellos en la oficina con todos los temas de tecnología. Es un muchachito como de 28 años, lo llamé varias veces para que me ayudara a limpiar el computador y bueno, ha venido varias veces acá a la casa a…

Andrés: ¿ósea, me estás diciendo que has estado entrando un tipo a nuestra casa mientras yo estoy de viaje o cuando no estoy y no me habías dicho nada?

Laura: ¿Si ves? Por esta misma razón no te lo había dicho, por esos celos tuyos. Porque me intimidas con tus preguntas y no quería ocasionar malentendidos porque al final, él ha sido muy querido y simplemente me esta ayudando con cosas que no sé manejar.

Andrés: ¿Qué Laura? ¿Pero de qué hablas? ¿Cuáles celos? ¿Como que te intimido? ¿Te parece normal que no me cuentes una cosa así? Bueno, en fin, habla que de verdad se me está agotando la paciencia. ¿Qué tiene que ver ese tipo con lo que te he preguntado?

Laura: Pues que no sé cómo, ni sé por qué un día me dijo que había encontrado unas conversaciones extrañas en mi computador. Como tu a veces lo usas, eran conversaciones tuyas con Mariana. Me sorprendí mucho después de la forma en la que me porté con ella cuando le entregué el vestido ese que tu muy amablemente le llevaste. Me pareció una falta de respeto y me sentí burlada, irrespetada y muy frustrada. Lo único que yo he tratado es ser una buena esposa, una buena mamá, me he esforzado todos estos anos para mantener nuestra familia. Paso mucho tiempo sola con los niños mientras tu haces tus viajes y disfrutas tu hobbie y aunque siempre supe que tu necesitas tu espacio, te extraño, me haces falta, a veces me siento muy sola y ver que a ella le importó cinco que tú estuvieras casado conmigo, me hizo sentir mucho dolor, mucha soledad, y una falta de empatía increíble.

Andrés: ¿Y por eso tenías que hacerte pasar por mí, mandarle fotos mías en bola y los mensajes de voz que yo te mandaba a ti? ¿Enamorarla? ¿Hacerle creer que iba a dejar todo por ella? ¿Convencerla hasta el punto de casi enloquecerla?

Laura: No tengo ni idea de qué hablas. ¿Tú crees que yo sería capaz de hacer una cosa así? ¿Dime Andrés, tú me ves haciendo esas cosas? Si ni siquiera entro a las redes nunca. ¡Por favor! ¡Esto es increíble! ¿Tú le das más crédito a una persona que tiene unos problemas mentales serios que a tu esposa? ¿Eso es lo que yo me merezco de parte tuya después de tantos años?

Andrés: ¿Entonces quién más tiene acceso a mis fotos, a mis mensajes de voz Laura?, ¡por Dios! ¿Hasta dónde crees que puedes llevar este juego?

Laura: Mi amor, este mundo está lleno de gente loca. No sé, ahora pienso en este muchacho que me ayuda con mi computador. Para serte sincera, yo he sentido que le gusto y pues no sé, como no le he parado bolas, de pronto por el rechazo empezó a hacer todo eso. Te hackeó el teléfono, yo qué sé Andrés. Voltea a mirar a otras partes, pero no a mi. Yo soy tu esposa, la mamá de tus hijos, no pierdas de vista las prioridades. Nosotros tenemos un hogar bonito, piensa en todo lo que hemos construido. No vale la pena estar discutiendo por una persona que ha cometido tantos errores en su vida. Algo hizo mal Mariana para estar como está hoy. Las cosas no son gratis. Ella quiso coquetear contigo, se metió deliberadamente en nuestro matrimonio sin importarle lo que podía causar. Es más, dañó su matrimonio. Quien sabe cuántas veces había hecho con otros hombres. No, Andrés, ahora no me pidas tener compasión por una mujer que pone por encima su ego y no le importa acabar con la vida de los demás. Yo lo único que hago es proteger mi hogar. ¿Pero a todas estas, a nosotros qué nos importa? ¿Tú por qué estás hablando con Mariana? A ti qué te importa. Allá ellos con sus dinámicas de familia disfuncional y nosotros acá con nuestro hogar. Ese debe ser nuestro foco.

Andrés: Si me importa Laura. Juan Carlos ha sido amigo mío por muchos años. Le debo mucho y me siento como una mierda sabiendo que su hermana está tan mal gracias a tu forma particular de defender tu familia y tu hogar.

Laura: Ya te dije que no tengo nada qué ver con eso y ¿Juan Carlos? ¿Un perro que solamente ha tratado de presentarte viejas todo el tiempo? ¿Eso es lo que le debes? ¿Un hombre al que no le ha importado que le hayamos abierto las puertas de nuestro hogar, que hayamos sido buenos amigos y que lo único que ha buscado es presentarte mujeres porque por lo visto en ese mundo es que vive? No, no perdamos la perspectiva Andrés. Nosotros estamos para otras cosas en este momento de nuestras vidas y debemos alejarnos de personas que no nos aportan positivamente.

Andrés: Mira Laura, yo sé que fuiste tú la que hablaste con Mariana. Deja de mentir. Lo sé perfectamente así que no insistas más. Me parece increíble haber estado casado contigo tanto tiempo y venir a descubrir de esta manera el tipo de mujer que eres. Siempre tan querida, tan bien puesta, tan comprensiva, tan generosa, con ese espíritu solidario, tan sonriente, tan bonita. Pero tan fría Laura. Siempre has sido una mujer fría, priva de emociones. Lo que parecía una mujer fuerte, segura de sí misma y muy reflexiva al momento de resolver los problemas,

resultó ser un disfraz que usaste para tu agenda oculta. ¿Quieres que te dé algunos detalles que confirman que fuiste tú la que hablaste con ella? Una vez estábamos almorzando y YO te conté lo que había pasado en NY con las manifestaciones que hubo y los heridos por las revueltas, porque tú ni siquiera ves noticias, y ahí mismo le escribiste a Mariana diciéndole que te parecía tenaz lo que había pasado, que si estaba bien, que se cuidara, que la situación estaba muy complicada, que se quedara en la casa. O la vez que YO te conté que un amigo del colegio había abierto un restaurante de comida peruana en NY que se llamaba ‘Artesano’ y tuviste el descaro de escribirle para decirle que tenían que ir ‘juntos’ a conocerlo, que iba a ser una delicia comer ahí los dos juntos. Cómo será que Mariana fue una vez porque quería saber que era real ese sitio. O la vez que estábamos en Madrid y nos tomamos un coctel en ese bar en Malasaña que se llamaba ’Castizo’ y le escribiste diciéndole que habías encontrado el trago perfecto para ella porque tenía vermouth, ginebra y no sé qué más cosas. ¿Quieres que siga? ¿Me vas a decir que el mariconcito que viene a arreglarte el computador sabía todas esas cosas, todos esos detalles? ¿Si Laura?

Laura: (llorando) Andrés, pero ¿qué me estás diciendo? No puedes acabar una vida juntos por darle crédito a una desquiciada. ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Es que estás enamorado de ella o qué? ¡La defiendes como un león!

Andrés: No, no estoy enamorado de ella. Estoy enamorado de otra mujer y quiero que te quede claro que no me voy por ella, me voy por ti. No puedo seguir al lado de alguien que desconozco y que fue capaz de armar semejante patraña solo para hacerle daño o no sé ni para qué, pero creo que ni me importa. Eres una mujer horrible y jamás pensé decir algo así.

Andrés se levanta para irse de la cocina, Laura se abalanza contra él para atajarlo

Laura: ¿Quién es esa mujer? ¡No te vayas!

Andrés: Si, espérate, ya te doy todos los datos de ella. Suéltame y no me vuelvas a tocar jamás.

Andrés toma el celular de Laura, abre YouTube y busca la canción ‘Another love’ de Tom Odell.

Andrés: Mira, ya que ahora te gusta tanto escuchar música ahí te dejo para que la uses como banda sonora de la obra de teatro en la que actúas hace años.

Andrés sale de la casa sintiendo que le pesa la vida entera, sin saber qué hacer, para dónde ir, se monta en el carro y empieza a conducir sin rumbo fijo.

Catalina está en una de las salas de espera de MSC esperando a que la llamen para su primera entrevista. La visitan toda clase de pensamientos mientras mueve sus piernas sin control y siente su boca seca de los nervios. Se pregunta si de verdad debería estar ahí y al improviso recibe una llamada que parece ser la respuesta a lo que apenas hace un segundo se acababa de preguntar.