Le dije a Marcela lo que me había escrito Manuel. Le pedí que me acompañara, pero me dijo que no podía porque tenía que ir a hacer una vuelta con su hijo así que de camino a mi casa la dejé donde la había recogido y seguí muerta de la curiosidad a ver qué era lo que tenía el famoso Capi para contarnos. A veces como que no quería saber; siento que era una especie de resistencia. Creo que cuando somos burlados y engañados hay algo que nos hace pensar que somos estúpidos y saber los detalles de esa red me lo reconfirmaba y no quería escucharlo. En fin, no iba a poder escapar de esa verdad porque Manuel estaba más que decidido y parece que el calvo ese también. Por fin llegué a la casa, ‘el informante’ no había llegado todavía. Manuel me preguntó que cómo me había ido, notó que tenía los ojos hinchados, me dijo que si me sentía bien; le dije que sí, que en realidad me había ayudado mucho hablar con esa psicóloga, que me había desahogado, pero que obviamente apenas era el comienzo. Me dijo que se alegraba mucho, se quedó mirándome a los ojos y me dijo: “Diana, desde hace unos días quiero decirte algo pero con tanta cosa como que no había encontrado la oportunidad. Estoy muy orgulloso de ti; ver la forma en la que has asumido todos estos problemas, cómo has enfrentado cada situación con los niños, conmigo, con todos, me tiene deslumbrado. Creo que me había olvidado de ti, de la mujer de la que me enamoré, de tus cualidades, de todo lo lindo que tienes. Pero si me olvidé de mí, ¿cómo no me iba a olvidar de ti y de todo mi entorno? Aunque no me haya visto personalmente con el psiquiatra, me ha ayudado mucho en estos días cuando hemos hablado, ¿sabes? He ido entendiendo algunas cosas, aunque como dices tú, esto va a ser largo, tenemos mucho camino por delante. No hemos tenido tiempo para hablar de los dos, ¿tu crees que existe una oportunidad para los dos como pareja?”. Sin dudar le respondí que sí; le dije que no había algo de lo que estuviera más segura en mi vida en estos momentos. Sabía que no iba a ser fácil; después de todo lo que hicimos y lo que dejamos de hacer no era una tarea sencilla recuperar ni el tiempo, ni recoger los pedazos de vida que habíamos abandonado en varios rincones, pero todo este proceso era como un despertar y a pesar del dolor, estaba segura de que no era tarde para intentarlo, a menos que él no estuviera dispuesto. Manuel sonrió con sus ojos rodeados de una piel seca que pronunciaba sus arrugas y bordeaban las ojeras que se asomaban por encima de sus pómulos. Eran las marcas del sufrimiento, del desgaste, de la adicción, del vacío, de la enfermedad. Me daba miedo ver esos vestigios de una vida sin sentido, pero al mismo tiempo me enternecía de una forma que no podía entender. Se abalanzó en mis brazos y después de lo que parecía un siglo sentí realmente su cuerpo, su alma y su corazón unidos a los míos. En medio de esa escena de película rosa, llega el calvete con el chisme.
Bueno, llega este hombre con toda la actitud de ese policía pelirrojo medio patético de CSI que es super posudo y nos dice que si estábamos listos para saber todo con detalles. Le pregunté si traía maíz pira, medio me reí pero le dije que empezara a hablar rapidito. Este hombre abre su discurso: “Lo primero, es que tenían razón. Vanessa si está involucrada, pero yo también tenía razón en algo y es en que ha sido muy hábil y está blindada por todas partes; no hay cómo comprobar un delito. Trabaja de la mano con este empresario chileno pero es que ese tipo está bien enfermo de la cabeza. Como les parece que el hombre tiene como fachada esa empresa para ‘cubrir’ uno de los negocios que probablemente le dan más plata que cualquier otra cosa. Este es el modus operandi del tipo: esa empresa básicamente la tiene para llegar a la élite donde le interesa llegar porque su imperio es un club para millonarios. Un paraíso donde todos los deseos sexuales se convierten en realidad, como él mismo lo dice. Este club tiene una membresía que puede llegar a costar de 20.000 a 70.000 dólares al año, así que se podrán imaginar el perfil de los miembros. Realiza como cinco o seis eventos al año en varios países del mundo que incluyen orgías y cuanta cosa se puedan imaginar. Obviamente el formulario de registro es peor que el que pide la embajada americana para la visa; estos piden hasta fotos y medidas porque prácticamente no hay gente fea; se garantiza la privacidad y sobre todo el respeto por la decisión y la voluntad de participar en las actividades sexuales colectivas. Nadie por ningún motivo puede ser forzado, mucho menos utilizar la violencia. No crean que esto es algo nuevo, hay muchos clubes por el estilo y no está configurado como un delito. Las fiestas se realizan en casas privadas y la gente que asiste lo hace de forma voluntaria, es más, existen los sitios web con toda la información donde los futuros miembros mandan la solicitud de aceptación y llenan el formulario online, tienen acceso a videos promocionales en donde se hacen una idea de cómo se realizan estas fiestas; no hay nada secreto. Lo interesante de este señor chileno es el modus operandi. Digamos que él realiza un estudio muy profundo en cada país de su target y de las personas claves con las que se debe relacionar para poder llegar a él. Acá en Colombia hizo una alianza con Vanessa. Ella inicialmente tenía su agencia de relaciones públicas, pero fue él quien le propuso adicionar este servicio en sus paquetes y lo que resultó más interesante para ella fue el hecho de blindarse en todos los modos posibles. Usted, Diana, era un blanco importante para él porque es una mujer que conoce mucha gente, está muy bien relacionada y, de hecho, parte del trabajo que usted realizó para él fue conectarlo con unos empresarios colombianos de muchísimo dinero. Ahora, ustedes se estarán preguntando ¿por qué enreda a las mujeres con este tema de aceptar pagos de sumas altísimas para tener sexo? Bueno, el tema es éste y acá viene una parte complicada: ¿se acuerdan que les dije que había sitios web donde ellos hacían rankings de las mujeres? Bueno, efectivamente eso es lo que hizo este tipo. Ahí hay fotos y videos de muchas mujeres. Tengo que decir que las caras están pixeladas, pero los cuerpos se ven y aparecen las puntuaciones y votaciones. Entonces ¿qué pasa? Cuando este tipo se da cuenta que de pronto las mujeres están muy metidas en el tema les ofrece participar en las fiestas y les pagan muy bien. Es toda una estrategia para poder atraer a mujeres ‘bien’. Ellos quieren perfiles altos, no quieren prostitutas o escorts que se puedan llamar por teléfono. Toda esa forma de moverse hace que la selección de la gente sea muy estudiada y sobre todo, que sea ‘voluntaria’. Recuerden que el delito es inducir, si ellos hacen todo de manera en la que nunca quede una sola evidencia de obligación, mucho menos violencia, no incurren en ninguna tipificación de delito. Otro dato muy importante: el club del chileno está a nombre de su hermano; él sale como titular en la empresa que usa como fachada para llegar a los clientes. Los dos son solteros, han sido empresarios de la vida nocturna en Santiago de Chile; son de una familia acomodada y son del jet set pero de la gente bien. No son faranduleros, no se meten con todo el mundo, seleccionan con atención con quién salen, con quién hablan, qué sitios frecuentan, tienen carros de lujo, viven super bien y dan un aire de lo que son: millonarios, y esto, es gracias al club”.
Yo no alcanzaba a digerir toda esa información y sentía que tenía como un millón de preguntas. Manuel estaba muy pensativo. Lo primero que le dije es que si él tenía esa página donde estaban los rankings de las mujeres, nos dijo que sí, que me iba a mandar todos los links que había encontrado. Nos mostró una página de un club muy parecido al del chileno; nos dijo que había copiado básicamente todo el concepto porque lo que él había hecho era casi igual. No nos aguantamos la curiosidad y entramos en ese momento. De pronto Manuel se paró y dijo: “! Un momento! ¡Gutierrez es miembro de ese club!” El Capi preguntó quién era Gutierrez y yo con mi voz entrecortada le dije: “El jefe de Manuel”.