Sofía quedó aterrada con lo que le contó Martín y le respondió:
‘Pues mira, yo puedo entender que ella se sienta triste y hasta desilusionada por la situación que vive en su casa con sus papás. Seguramente no es fácil ver sufrir a su mamá, porque por más de que ella esté acostumbrada o que no sea nada nuevo que tenga una nueva novia, le debe doler. A nadie le gusta la deslealtad. Esos temas son complicados y cuando uno está joven no termina de entender muchos comportamientos de la gente grande. Pueden ser muchas las razones por las que una mujer no se separe de un hombre que le es infiel, y eso, no puede ser blanco de juicios. Nadie sabe por lo que pasa cada quién en silencio. La mayoría de las veces, los papás con el fin de proteger a los hijos no se abren, no cuentan todo, no dejan ver ni sus miedos ni su vulnerabilidad porque creen a toda costa que hay que ser ejemplo permanentemente y que la fortaleza es algo que hay que transmitir porque vivir en este mundo no es fácil’.
‘Pero es que ese es el problema Sofi. Mira, yo estas conversaciones las tengo únicamente contigo. Con mi mamá nunca hablo así y con mi papá tampoco. De pronto es porque tu eres más joven, me entiendo mejor contigo, no tienes que posar delante de mi y bueno, siento que te puedo contar las cosas. El tema es que los papás creen que uno no se da cuenta de nada, y claro que nos damos cuenta de todo. A pesar de que la mamá de Juliana nunca ha sido tan abierta con ella como tu dices, ella se da cuenta de las infidelidades del papá y ha visto llorar más de una vez a su mamá, pero a escondidas. Es que nunca he entendido ese tema de los adultos. Es una aparentadera, una tapadera, como si haciendo eso, nos proporcionaran un mejor ambiente en donde crecer, y es todo lo contrario. Hoy fue la primera vez que Juliana habló algunas cosas delante de mi. Yo todo lo demás lo sé por Manuela. Aproveché para preguntarle por qué la mamá no se separaba del papá y me dijo que no entendía por qué. Que como ella trata de mantener eso en secreto jamás ha sabido la razón, pero insiste en que para ella sería un alivio si él dejara de existir. No dice que ojalá se fuera, que se separen, que se vaya para otro país; no. Ella quisiera que prácticamente se muriera, y por más feo que suene, no es la primera vez que escucho un hijo refiriéndose de esa manera hacia un papá. Ella no ve la hora de graduarse para empezar a trabajar y poder irse de la casa. La cosa es que su papá le da todo lo que ella quiere. Le compró un carro, le da plata para que se compre toda la ropa y bobadas de las que se antoje. Van de vacaciones a donde ella quiere, en fin, la tiene maniatada con eso. La mamá no trabaja, pero a mi me da la impresión de que es de buena familia; o sea, no creo que se quedara en la calle si se separa de ese cucho’.
‘Pero si ella fuera más inteligente, ahorraría de esa plata que le da el papá en vez de gastársela toda en pendejadas y lujos como dices tú, así va metiendo algo aparte y le queda más fácil pensar o en un emprendimiento o en una base para cuando se vaya a vivir sola. El punto también es que no es sano alimentar esos sentimientos tan negativos. Yo entiendo que uno puede tener mala relación con los papás, pero de ahí a desear que se muera, es un poco extremo. En fin, de todos modos, estoy segura de que esta es una fase; normalmente las cosas van tomando forma con el tiempo. Nada es estático en este mundo, sobre todo las relaciones’.
‘¿Tú qué harías si mi papá te fuera infiel?’
‘¡Uy! No sé Martín. Esa es otra cuestión importante. Todos reaccionamos de manera distinta frente a las situaciones y no todo siempre es como parece o como se ve en la superficie. Tendría que entender muchas cosas, tener múltiples conversaciones, probablemente buscar ayuda profesional, a lo mejor hacer una terapia de pareja, no sé, son muchos factores los que intervienen y no creas, pero terminar un matrimonio no es una cosa que uno hace de la noche a la mañana. Por ejemplo, a mí me daría muy duro que Nicolás no creciera con Santiago en la misma casa’.
‘Mmm…entiendo. Aunque yo crecí sin mi papá y pues no ha sido un lío, o al menos no lo veo así porque nos llevamos bien; pero si, te entiendo. Creo que para mi papá sería más duro estar sin Nico; es como si tuviera que repetir la misma historia y no lo veo pasando por lo mismo. De todos modos, yo entiendo que Juliana tenga esa rabia con el papá, pero a mi me parecen igual o peor las personas que se meten en las relaciones de los demás. Esa es otra cosa que no puedo entender de los grandes. Si ven que alguien tiene una pareja ¿por qué diablos se meten ahí? En fin, hay muchas cosas que son muy difíciles de entender. Como sea, Juliana y Manuela dicen que tú eres divina’.
‘Bueno, a Manuela la conozco, pero ¿Juliana dónde me ha visto?’
‘Les mostré unas fotos de tu perfil de Face. Manuela no hacía si no decir que tú eras muy linda, y yo le conté a ellas que ahora estás haciendo algo de trabajo con el papá de Juliana. Mejor dicho, ya se saben el chisme completo…jajaja’.
‘¡Por eso es que no les rinde el estudio, porque es más chisme que sustancia! Jajaja’.
En ese momento llegaron a la casa de Martín, se despidieron, él le dijo que se veían al día siguiente, Sofía le dijo que lo esperaba y se fue para su casa. Quedó algo preocupada. Se preguntaba si de pronto ella iba a salir a bailar en la lista de las novias de Hugo en las conversaciones entre Juliana y su mamá y se moría de miedo y de vergüenza. Sobre todo, sentía mucha responsabilidad con Martín. Ella había logrado construir una relación de confianza con él y no sería correcto verse involucrada en una situación semejante, aunque Santiago fuera consciente. Es más, pensaba que eso sería peor porque para Martín probablemente podría suponer quién sabe qué ideas y no estaba lista para afrontar un evento de ese calibre.
Dejó su mente tranquila por unos minutos mientras regresaba a su casa y antes de bajarse le entró un mensaje de Antonio.
‘Me dejaste en visto, como dicen ahora…jajaja. Me imagino que estuviste ocupada. Solo quería saludarte y desearte una buena noche’.
‘Lo siento. Me pegué una embolatada hasta rara, pero gracias por tu mensaje. Que duermas bien’.
Entró a la casa y Santiago estaba acostando a Nicolás. Sofía le contó cómo le había ido con Martín, la conversación que habían tenido y le mostró el mensaje que le había enviado Antonio. Ella tenía una cosa clara, y era que no iba a esconderle absolutamente nada a su esposo. Por tal motivo, no se guardaba ni el más mínimo de los detalles.
‘¿Sabes qué? A mi ese tipo Hugo no me está gustando. Es mejor que cortes esa cosa con él, y menos ahora con esa relación que hay con la compañera de Martín. Imagínate donde se venga a saber que tu hablas con él. ¡Qué tal que la esposa le tenga hackeado el celular! Acuérdate que Margarita ya te dijo una vez que esa señora te quería invitar a un café o no sé qué. No sé, eso me huele mal. De pronto tiene sospechas. Mejor dicho, Sofía, termina ese coqueteo con ese tipo’.
‘Si, tienes razón. En realidad, también lo había pensado. Todo alrededor de Hugo es un poco turbio, y es mejor dejar eso quieto. No quiero terminar en problemas, sobre todo por Martín. Me daría super duro que él se enterara de algo así porque sería muy complicado de explicarle esta dinámica en la que entramos tu y yo’.
‘Querrás decir, en la que entraste tú y en la que me enganchaste a mí’.
‘Bueno, ahora no vamos a empezar a discutir otra vez. Voy a arreglar el mercado, no tengo ganas de hablar de esto ahora’.
Sofía se fue para la cocina. Arregló las cosas que había comprado y cuando llegó a su habitación Santiago ya estaba dormido. Se acostó y estaba tan cansada que quedó profunda en segundos.
Al otro día la rutina inició como siempre. Santiago le dijo a Sofía que él llevaría Nicolás al jardín, alcanzaron a desayunar juntos y cuando él se fue, ella se alistó para empezar a trabajar. Se sentó en su escritorio y cuando abrió su Outlook encontró una fila de mensajes de Hugo. Todos eran acerca del curso. Algunos de tipo informativo, otros en donde le solicitaba algunas cosas teniendo en cuenta que ella era la tutora. Le pareció un poco excesivo, sin embargo, pensó que se iba a tener que tragar esa galleta entera y esperar que ese curso terminara para no tener que volver a ver a Hugo.
Sofía se concentró en su trabajo y en las tareas que tenía que hacerle a su nuevo ‘jefe’ y antes del medio día recibió un mensaje por WhatsApp de él.
‘¿Por qué tan callada?’
‘He estado muy ocupada trabajando, en gran parte, gracias a todos tus requerimientos. Estaba a punto de enviarte un solo correo con las cosas que me pediste’.
‘¡Dios mío! ¡Qué exagerada! Pero me gustas así, cuando estás bravita’.
‘Hugo, te quiero decir que prefiero continuar nuestra relación en el plano laboral. No tengo tiempo para estas cosas, si en algún momento cedí será porque me dejé llevar de la situación, pero no tengo intenciones de nada contigo. Estoy casada y no quiero problemas’.
‘En eso hubieras pensado antes querida Sofía. Mira lo que tengo para ti’.
¿Qué será lo que tiene Hugo para Sofía? ¿Será que la quiere amenazar?