Valeria abrió los ojos y le escribió a Pilar diciéndole que iba en el carro con Alvarín, pero que le contara de quién se trataba. Pilar le dijo que cuando estuviera allá que la llamara porque la historia era larga. Valeria le respondió con un ‘ok’. Aunque quedó con la intriga, sabía que podía tratarse de alguien que fuera muy conocido de ellas, de algún amigo o amiga hasta de una celebridad. Pensó: ‘Como es de loca, no me extrañaría que me dijera que se separaron William y Kate y pues no es que cambie mucho mi vida con esa noticia’. Valeria se encarriló en una conversación un poco más interesante con Alvaro. Pensó que le iba a sacar información de Juan José, quería conocer a su head hunter para impresionarlo positivamente.
Inició como quien no quiere la cosa. Le preguntó que si tenían más hermanos, Alvaro le confirmó que solo eran ellos dos; después ella como para hacer creer que en realidad era una conversación, le dijo que ella también tenía una sola hermana y que eran muy unidas aunque eran polos opuestos. Alvaro inmediatamente la interrumpió con: ‘Igual. Juanjo y yo somos muy diferentes, pero somos muy cercanos, a pesar de ser hombres’. Continuó: ‘Yo no salgo mucho con este grupo de amigos, pero él y yo nos vemos seguido; nuestras oficinas quedan cerca, a veces vamos a almorzar o nos tomamos una cerveza o nos vemos donde mis papás, y pues yo vivo enloquecido con mis sobrinos, me gusta verlos seguido’. Valeria se interesaba cada vez más por la charla, ya hasta se le había olvidado el chisme de Pilar y prosiguió con el interrogatorio: ‘¿Y cuánto lleva casado con Carla? ¿Cuántos niños tienen y de qué edades?’. Alvaro la miró y soltó una risa maliciosa y le dijo: ‘Bueno, veo que haces todas las preguntas de una vez, me gusta ese modo de obtener información. Ellos llevan como 10 años de casados y duraron un montón de novios. Tienen una niña de 5 y un niño de 3. Son tremendos y obviamente, los consentidos de la casa’.
Valeria sonrió y con un gesto de ternura un poco fingido porque no es que la mataran los niños le dijo: ‘¡Ay, qué hermosura! ¡Deben ser divinos! ‘!Lo son!’ replicó Alvaro con la palabra orgullo estampada en su frente. Valeria no daba tregua y siguió en su investigación: ‘Y Carla qué hace? Alvaro siguiendo el ritmo de su compañera de viaje le respondió: ‘Carla trabajó por muchos años en la empresa de su familia y desde que nacieron los niños ha estado más en la casa. ¡A ver! Cuando nació la niña, paró un tiempo, volvió, después quedó embarazada del niño y desde ahí se quedó en la casa. Se ha dedicado a cuidarlo. Es una super mamá, intensa, pero excelente. Nosotros la queremos un montón, es que imagínate con todo ese tiempo que lleva con mi hermano, es como si fuera una hermana para mí, y pues por aguantárselo, nosotros la consentimos a ella mucho para que no se lo vaya a devolver a mis papás’. Alvaro soltó una carcajada y Valeria se unió con una risa de esas que se suman a esas frases que no se sabe si son chiste o verdad. Con el fin de tratar de sacar algo al respecto, Valeria le dijo: ‘Hacen una pareja muy bonita, ella es adorada y tu hermano también. Alvaro hizo un gesto sospechoso y le dijo: ‘Todos somos adorados en reunión! Jajaja No, mentira, ella es un sol, mi hermano es el que es jodido. Es muy intenso, trabaja mucho y a veces eso tiene sus consecuencias, pero bueno, ahora vas a conocer a los niños. Mis papás iban a estar, pero al fin decidieron irse anoche porque mi mamá como que tenía un compromiso o algo así. En general, todos son queridos. Yo los he visto pocas veces porque como te dije antes, no me veo seguido con ellos, pero se puede decir que me caen bien’.
Valeria se quedó pensando y cada vez le caía mejor Juan José; se parecían. A él como ella, le encantaba trabajar; se veía que era un buen profesional, seguro era consciente de que esos son los años productivos y hay que hacer sacrificios para cumplir los sueños. Cuando empezó a analizar mejor la situación, se dio cuenta de que todos en ese grupo estaban bien. Es decir, las mujeres todas tenían los super outfits; ella las detalló con cierta discreción y entre líneas lo que pescó de las conversaciones que vivían en barrios bien, eran socios de clubes, ahora Juan José con casa en Subachoque, la casa de Pablo y Camila era espectacular y así pensó que serían las de los demás. Hasta concluyó que al final no fue tan equivocada la idea de su amiga Pilar. Juntarse con esa gente de pronto podría tener algunos beneficios, y si para eso le iba a tocar salir más veces con Alvarini, pues se iba a ‘sacrificar’.
Finalmente llegaron. La casa era preciosa, grande, con unos jardines muy bien cuidados, llenos de árboles imponentes y un diseño exquisito de una hermosa variedad de flores y plantas exóticas. Cuando entraron, los recibió Juan José con un vaso de whisky en la mano, les dio un abrazo y los hizo seguir hacia el jardín posterior donde estaba todo listo para el asado. Ya habían llegado todos. Alvaro apenas los vio dijo en voz alta: ‘Uy! ¿Y ustedes durmieron acá o qué? Jajaja ¿Cómo hicieron para llegar tan rápido? Valeria pensó: ‘Mmmm…bueno, este Alvarin no me disgusta del todo, tiene su sentido del humor y va diciendo las cosas así como sin filtro. Me gusta eso.’ La pareja hizo su respectiva ronda, saludaron a todos, esta vez con hijos, nanas, jardinero y un chef que se estaba haciendo cargo del ‘asado’. Valeria hizo un paneo y aunque no estaba mal vestida, se dio cuenta que era ‘la menos arreglada’ y analizaba: ‘No, pues si trajeron un chef para hacer un asado y hay no sé cuantos empleadas, pues esta gente es otro nivel, mk. Ok, anotado para la próxima’.
Los hicieron acomodar inmediatamente, les ofrecieron algo de tomar entre un mar de opciones de bebidas alcohólicas fuertes. Valeria se decidió por un gin tonic y Alvaro pidió una cerveza. Los niños corrían por todos lados mientras las nanas iban detrás, todos hablaban de una cosa, de la otra y así fue corriendo el tiempo. Pasaron entradas, tragos, canciones que iban subiendo el ritmo, risas, chistes e historias. De un momento a otro, Juan José se acercó a Valeria y le dijo que si había traído la hoja de vida, ella le respondió que si y le dijo: ‘Ven y la miramos antes de que nos cojan la ginebra y el whisky’. Valeria se paró como un resorte, se fue detrás de él y cogió la carpeta que había apoyado en la mesa principal de la mesa de un gran comedor que encontró cuando entraron. Allí se sentaron y Juan José la leyó con mucha atención. Valeria lo miraba como si estuviera esperando el diagnóstico de algún examen médico importante. Finalmente terminó, le hizo algunas observaciones, hizo varios comentarios, le señaló qué cosas debería cambiar, cancelar o agregar y le dijo que le diera su celular de una vez porque lunes o martes le iba a mandar un mensaje para fijar una cita en la oficina y estudiar con calma algunas opciones que le podrían llamar la atención. Le aclaró que él normalmente no hace ese trabajo porque su cargo era otro, pero que, por tratarse de ella, lo iban a revisar juntos. Le dijo que él estaba seguro de que iban a encontrar algo interesante. La felicitó, le dijo que intuía que tenía varios skills que en el mundo actual son relevantes y que, aunque era joven se veía que quería llegar lejos y que a él le encantaban las personas así. Valeria le agradeció con mucho entusiasmo y le brillaban los ojos de felicidad. Quedaron así y regresaron al asado con todo el parche.
Ella se sentó en el mismo sitio donde estaba antes, junto a ella estaba Alvaro. Le contó lo que Juan José le había dicho y le expresó lo importante que era para ella poder seguir haciendo carrera. Alvaro sonrió, le dijo que se alegraba y no le hizo mayores comentarios al respecto. Juan José se acercó a ellos con otro gin tonic para Valeria y le dijo: ‘Bueno, vamos a celebrar por lo que viene para ti, ¡Vale! ¡Dale, un fondo blanco para que nos alcances! Valeria lo miró aterrada y soltó un: ‘¿¿¿Qué??? ¿Fondo blanco? ¡Pero ni a bala! Me les desmayo. ¡A mí me toca con calmita, pero desde luego vamos a brindar!’ Los tres brindaron y de un momento a otro se prendió esa rumba. Ya estaban bailando, comiendo, tomando, cantando, el grupo de amigos se emocionó y los ánimos cambiaron radicalmente. Valeria y Alvaro se miraban, se reían y telepáticamente y con tímidos gestos se preguntaban qué era lo que estaba pasando. De dónde había salido esa animosidad tan de repente. De todos modos, no es que hubieran tenido mucho tiempo para continuar con la conversación. Alvaro le dijo a Valeria que iba un momento al baño, y ella se quedó ahí sentadita mientras veía a estas personas gozarse un asado como si fuera Marc Anthony en persona el que estuviera ahí cantando ‘Valió la pena’ porque la entonaban a grito herido todos al unísono. En fin, Valeria encontraba divertida la escena y le gustaba ver que ese parche tenía lo suyo. Era claro que no tenía ni idea de lo que iba a descubrir con el tiempo.
De pronto empezó una de las canciones favoritas de Valeria y no pudo evitar empezar a cantar ‘Besos Ricos’ de Rawayana. Juan José se dio cuenta y la tomó de la mano y la hizo parar a bailar; Valeria no alcanzó ni a pensar y ya se vio rodeada de todos mientras brincaban y se movían felices. Ella se dejó llevar y se movía como un alma perdida en medio de todos esos desconocidos que empezaban a volverse cercanos. En uno de los giros se dio cuenta de algo: Juan José le cantaba el coro con disimulo y ojitos medio coquetos: ‘Tu eres lo más lindo que tenemos en la fiesta, vamo’ a darnos besos ricos hasta que amanezca, destapé un regalo, me llegaste de sorpresa, terminamos juntos, tu sabes como se empieza…’. Parecía una escena de un video musical, ella sentía la música como en estéreo y veía a Juan José y pensaba: ‘Este man me está dedicando esta canción? No, no, no, simplemente está cantando’. Decidió correrse y de pronto se le aparece Carla y la misma situación, le cantó el coro mirándola a los ojos. De repente escucha a Alvaro que le dice: ¡Vale, tu celular está sonando! Valeria sale corriendo, se da cuenta que es Pilar, le agradece, contesta y se va a un lugar apartado para poder hablar.
‘Mk, Pilar, esta gente está loca, ebria o yo estoy loca y ebria’. Le contó lo que le acababa de pasar y Pilar solo se reía sin parar. Le dijo que por favor ahora no alborotara ese parche y fuera a causar estragos porque ella los conocía a todos y le daba pena, pero no paraba de reírse. Valeria le decía que la tomara en serio, que tenía como susto, hasta le preguntó que si era que se drogaban o algo. Pilar a carcajada suelta le dijo: ‘jajaja qué se van a drogar! ¡Lo que pasa es que es gente casada con hijos, mk! Cada vez que tienen la oportunidad se desinhiben y ya, no le pare bolas a eso. A mi esa canción me encanta, es muy buena, yo también se la cantaría y cualquier cosa quiero en la vida, menos ir a darme besos con usted. Oiga, pero yo la llamé para contarle el chisme, que, entre otras, espero que tome con calma’. Valeria un poco agotada de la tomadera del pelo de su amiga le dijo: ‘Suelte a ver y no me vaya a salir con una maricada de farándula porque le cuelgo’. Pilar le contestó con un tono un poco más serio: ‘Mateo, su ex, se separó, mk’. Valeria quedó en shock y pegó un grito: ‘Qué?????? ¡No le creo! Pilar, si esto es un chiste, no me joda’. Pilar le confirmó ‘No, Valeria, no es un chiste. Ayer me enteré porque usted sabe que la mamá de él y mi mamá se hablan y ella misma se lo contó. Parece que fue la vieja fue la que tomó la decisión y se fue, mk. Lo dejó. El sigue trabajando en la misma empresa y como lo han trasladado tanto, parece que ella siente que lo único que hizo con su vida fue seguirlo y no estaba haciendo nada por ella y se fue’. Hubo un silencio hasta que Valeria suspiró y le dijo a su amiga: ‘Bueno, mk, ni modo. Así son las cosas de la vida. Yo hace mucho rato que no hablo con él, desde que pasó usted ya sabe qué, yo dejé eso así y como no estamos ni en Facebook ni en nada, le perdí el hilo; pero pues nunca pensé que se fuera a separar. ¿Y él sigue en USA?’. Pilar le contestó que sí. En ese momento se acercó Carla y le dijo a Valeria: ‘Vale, ven que se te enfría la comida, ya estamos sirviendo’. Valeria le agradeció y le dijo que ya mismo iba. Se despidió de su amiga y le dijo que después hablaban.
Efectivamente para Valeria había sido una noticia chocante y mientras regresaba a la mesa a sentarse a comer con todo el grupo de sus nuevos amigos, pensaba que no entendía por qué la afectaba tanto esa noticia si al fin y al cabo ella ya no tenía nada qué ver con Mateo, eso estaba enterrado y ella estaba mirando fijamente hacia su objetivo. Trató de sacudirse un poco la cabeza, se sentó, Alvaro le corrió la silla, le dijo que si quería algo de tomar y Valeria en ese momento vio algo en Alvarini que le atrajo. Se dio cuenta que era un hombre muy atento, que estaba pendiente de ella, que esas personas eran super queridas con ella, que probablemente la iban a ayudar a cambiar de trabajo y que, en realidad, era afortunada. Le dijo a Alvaro que sí, que quería una cerveza como él y empezó el festival de la comida. Todos disfrutando las delicias del chef, los brindis, más risas, más cuentos y más miradas. Todo andaba bien, Valeria estaba contenta. Su celular hizo bip, lo cogió ya sonriendo, pensando que era su amiga Pilar con alguna pendejada y con lo que se encontró fue con un aviso de mensaje de WhatsApp. Era de Mateo.