Tan pronto vio el nombre en su celular le dio escalofrío. Últimamente le estaban pasando tantas cosas que ya cualquier mensaje la asustaba. Llevaba varios días mucho más estable, no había vuelto a tener un ataque de pánico; cuando se agitaba hacía algunos ejercicios de respiración y poco a poco iba aprendiendo a manejar sus estados emocionales. La terapia le estaba ayudando significativamente. El hecho de dedicar el tiempo a hablar de su infancia, de sus miedos y de la forma en la que ve la vida, sin duda, estaba teniendo un efecto curativo. Al mismo tiempo se daba cuenta de que esto era un proceso y que la sanación no sucede de un día para otro, sin embargo, la alentaba el hecho de haber comenzado. Valeria se encontraba en un momento de mucha reflexión porque justamente las charlas con su doctora le ayudaban a identificar los puntos en los que ella estaba focalizada, las aparentes razones por las cuales lo hacía, las mismas que la estaban haciendo dudar, pues a lo mejor no era lo que ella estaba buscando de la vida que quería construir. Por ese mismo motivo era tan importante la decisión que debía tomar con respecto al trabajo, porque ahora empezaban a primar otros asuntos en su escala de cosas importantes.
Mateo en su mensaje le decía a Valeria que si tenía tiempo y ganas le avisara si podían hablar. Ella se quedó pensando por un momento que tal vez no era buena idea agregarle un ingrediente más a ese salpicón de cosas que le estaban pasando, sin embargo, creyó que si la estaba contactando era porque ya se había enterado del éxito del proceso en su empresa. Finalmente le contestó que estaba en la casa, que ese era un buen momento para hablar. Mateo la llamó inmediatamente. Se saludaron con cordialidad. Valeria le hizo un resumen de las cosas que habían pasado en su vida en las últimas semanas. Mateo le dijo que sentía mucho que la hubieran sacado de la empresa, pero que pensara que las cosas suceden porque algo mejor va a llegar y Mateo efectivamente le dijo que sabía que había sido seleccionada para el cargo en Estados Unidos. ‘Te voy a decir la verdad: llamé directamente al área de recursos humanos, tengo un buen amigo ahí y me hizo el favor de averiguar, me alegré mucho cuando me dijo que habías pasado; ¿y ya sabes qué vas a hacer?, le preguntó Mateo’. Valeria se quedó pensando y le respondió que no, que todavía estaba analizando pros y contras y que no se sentía muy segura. ‘Obviamente yo puedo hablar de lo que sé – le dijo Mateo -, y esta empresa la verdad tiene muchos beneficios. Por otro lado, te irías para Nueva York, que no creo que esté mal para comenzar. A ti siempre te ha gustado esa ciudad y pues sí, claro que tiene su encanto. El cargo que te dan está muy bien pago, como debes trasladarte de país te dan muchas ayudas con la vivienda y algunas otras cosas adicionales, obviamente tienes el seguro de salud, en fin, Val, no es que esté tratando de influenciarte, y te juro que no tengo segundas intenciones, pero es solo que creo que sería una gran oportunidad para ti. Y aunque sea algo que tal vez no quieres oír, si, yo estoy en otra ciudad, pero siempre vas a poder contar conmigo para lo que necesites. Quiero decir que cuentas con mi apoyo; yo sé que hacer un cambio de país no es fácil, así que yo estoy disponible si se te ofrece algo. Te lo digo como amigo’.
Valeria escuchaba a Mateo con atención y a veces lograba emocionarla. En realidad, era una gran ocasión. El hecho de irse del país por un tiempo era algo que la entusiasmaba y qué mejor que hacerlo con una excelente oportunidad laboral, con todos los beneficios y a una ciudad como Nueva York. Sin duda, era algo que le llamaba mucho la atención. ‘No sé, Mateo – le contestó Valeria -, tengo que pensar bien y lo peor es que debo hacerlo ya porque no tengo mucho tiempo. Pero sí quiero agradecer tu apoyo porque es un alivio que hay alguien con quien puedo contar; de verdad que aprecio mucho tu gesto, y lo que más me gusta es que por primera vez me dices que lo haces como amigo. ¡Por fin! Mira, han pasado cosas tan raras en los últimos días, que yo ya no sé ni qué hacer. Tengo miedo hasta de mirar el teléfono. Ayer me llamó la esposa del que me ayudó a hacer el proceso en TMU a decirme un montón de historias raras; parece que el tipo ahora ya no quiere que yo trabaje ahí y como que quiere sabotear mi resultado, en fin, esa es una de las razones por las que declinaría ese proceso, y para serte sincera, no me mata de la dicha el hecho de que tu ex trabaje ahí’.
Mateo la escuchó y le dijo: ‘Qué tipo tan raro ese, no tiene sentido que ahora te quiera sacar, pero efectivamente solo eso es un indicativo de que, en caso de aceptar, tendrías que estar atenta porque en cualquier momento te va a hacer zancadilla y qué pereza vivir con ese temor. Por Ana María, pues me imagino que no es el máximo saber que sería tu colega y creo que podría ser una situación particularmente extraña, sin embargo, no trabajarían en la misma área y ella aparentemente, no tiene ningún problema con eso. Justo hablé con ella en estos días porque finalmente quedó formalizado nuestro divorcio y me llamó para decirme que me va a mandar los papeles, y bueno, a contarme los detalles para finiquitar esa historia y me preguntó por ti, me dijo que si ibas a aceptar el cargo en TMU, y la noté tranquila con eso. No sé qué decirte. No tengo contacto cotidiano con ella y ahora nuestra relación es totalmente diferente, pero pareciera que no le importa mucho si fueras a trabajar allá’. Valeria se quedó pensando por un instante y le preguntó a Mateo que él qué le había dicho cuando ella estuvo curiosa con respecto a la decisión que debía tomar. ‘Le dije que no sabía – prosiguió Mateo -, que hace rato que no sabía nada de ti, pero que yo sabía que esa empresa era muy importante para ti, sin embargo, le mencioné que quién sabe qué iría pasar, teniendo en cuenta que también te había salido la posición en Nueva York’. ‘¿Y qué te dijo ella?’, le preguntó con curiosidad Valeria. Mateo le respondió: ‘Nada. No me hizo ninguna pregunta; simplemente me dijo: veremos qué pasa. Y nos despedimos’.
Valeria de repente quiso indagar más acerca de Ana María. Espontáneamente le explotó una intriga y le preguntó a Mateo acerca de su relación, por qué se había terminado, de cómo era ella, en fin, quería saber más cosas. Mateo con mucha calma pasó a contarle: ‘Pues mira Val, la realidad es que ella fue la que tomó la decisión de terminar el matrimonio. La razón principal que me dio fue que sintió que estaba detrás de mí y que todo giraba alrededor de mi trabajo y de mis expectativas laborales y que no había podido realizarse profesionalmente por eso. En mi defensa, tengo que decir que yo siempre la animé a que mandara su hoja de vida a varias empresas, pero parece que no encontraba la justa. En alguna ocasión hizo un proceso en la empresa donde yo trabajo y no pasó y parece que eso la frustró. Me dijo que si, que aparentemente ella tenía todo, pero que sentía que nada le pertenecía y que quería hacer su propia carrera. De un momento a otro empezó a mandar hojas de vida a varios head hunters con el objetivo de devolverse para Colombia y la verdad para mí fue una sorpresa cuando me contó que le había salido el trabajo en TMU. Ella ya me había dicho que se quería separar y empezamos a movilizar todo hacia allá. Obviamente eso no fue de la noche a la mañana, a mí me dio muy duro porque no me lo esperaba, le dije mil veces que hiciéramos mil cosas, hasta le dije que estaría dispuesto a regresar a Colombia, pero no quiso. Cuando ya estábamos en las últimas y ella prácticamente estaba llevándose las últimas cosas para Colombia después de haber hecho varios viajes a Bogotá me dijo que le había salido ese trabajo. Yo quedé aterrado, sé que parte del proceso lo hizo online, y las últimas entrevistas las hizo presenciales. En fin, se aburrió y eso fue lo que pasó y ahora tiene lo que quería. El trabajo de sus sueños en la empresa que quería y ahí está. Como te he dicho, nuestras conversaciones ahora se limitan a papeles, divorcios, repartición de bienes, y todos esos temas burocráticos. Claro, nos preguntamos cómo estamos y creo que la única vez que hablamos de algo diferente fue cuando tu te presentaste en TMU y en estos días cuando me preguntó si ibas a aceptar. De resto, no es que nos contemos qué hacemos ni a dónde salimos, ni con quién nos vemos. No tengo idea de la vida personal de ella. Solo te puedo decir que siempre la consideré una buena persona, una mujer querida, simpática y tranquila. No puedo negar que cuando me dijo que se quería separar me cayó como un balde de agua helada; la desconocí un poco, empezó a actuar distinto, pero no tuve más remedio que aceptar y ya’.
Valeria quedó impresionada con el relato de Mateo. ¿Oye – le dijo Valeria -, tú sabes cuál fue el head hunter que ella contactó o te dijo el nombre de alguna persona con la que hablaba? Mateo le dijo: ‘La escuché hablar algunas veces con un José Luis o Juan José, algo así, ¿por?’