La empleada de TMU fue al grano. Le comunicó a Valeria que, por motivos internos, la empresa había congelado las contrataciones temporalmente, y que no había fechas definidas para continuar con los procesos, por tal razón, se veían en la necesidad de aconsejarle que si tenía otras opciones las tuviera en cuenta, pues era imposible asegurarle un plazo preciso. Valeria la escuchó con atención y le dijo: ‘Le agradezco mucho la información, pero antes de colgar esta llamada quisiera reportarle algo yo también. Yo llegué a TMU porque mi hoja de vida la tenían en el head hunter NewCEO; la persona con la que yo tuve contacto allí es Juan José Piedrahita, que me imagino que conoce muy bien. Quiero informarle que él, que entre otras es un hombre casado, tiene una relación con una empleada suya porque además trabaja en Recursos Humanos. Ella se llama Ana María Díaz. Podría suponer que a ustedes el hecho de que él sea un hombre casado eventualmente no les debe interesar, pero sí les debería preocupar que un head hunter esté involucrado con una funcionaria que está absolutamente implicada en los procesos de selección y que puede tener injerencia en las decisiones que se toman. No creo que sea profesional, y no creo que TMU se quisiera ver involucrada en un conflicto de ese tipo. Es más, le voy a decir algo: estoy casi segura de que ustedes no han suspendido ninguna contratación, y que fueron más bien las dos personas que le acabo de mencionar las que están detrás del hecho de que ya no me quieran emplear. Sé perfectamente por qué lo hacen, no creo que sea importante hablar de eso ahora, y yo ya había tomado la decisión de no aceptar la oferta de ustedes, precisamente por no tener que trabajar con Ana María. De todos modos, le agradezco mucho por haberme dado la oportunidad de hacer el proceso en su empresa. Es cierto, mi hoja de vida entró por NewCEO, pero las pruebas y las entrevistas las pasé yo, y si ya había sido seleccionada es porque consideraron que tenía las cualidades y el perfil para desempeñar el cargo, así que gracias porque aprendí y me quedo con eso. Espero que tenga un buen día y que puedan resolver el tema con estas dos personas por la imagen de TMU’.

La jefe de Recursos Humanos no sabía que decir. Simplemente le dijo que tendría en cuenta esa información, que le parecía muy grave, y que tendrían que hacer una investigación para verificar que fuera cierto. Le dio a entender, no muy convencida, que la decisión de no contratarla no tenía que ver con las personas que ella mencionaba, pero que le agradecía por haber tenido en cuenta a la empresa para participar y que le deseaba lo mejor. Valeria colgó esa llamada con un temblor en las manos, pero al mismo tiempo con mucha satisfacción. Pensaba que no podía seguir esperando a que todos la pisotearan sin decir nada. Mientras atendió la llamada había entrado a su casa, no había nadie. Cogió su computador y mandó todos los documentos a la empresa donde trabajaba Mateo. Le contestaron después de unos minutos informándole que procederían de manera inmediata al proceso burocrático de contratación. Valeria escribió un correo preguntando que si podía saber la fecha en la que ellos consideraban que entraría a trabajar. Le respondieron que la fecha oficial, teniendo en cuenta el traslado de ella, los permisos, y el proceso interno, sería exactamente en un mes. Le dieron la bienvenida y le pidieron gentilmente que estuviera atenta a las comunicaciones que recibiría en los días por venir, pues era necesario realizar algunos encuentros virtuales para definir algunos temas. Valeria respondió agradeciendo por la oportunidad y les comunicó que ella tenía pendiente un viaje a Europa en los próximos días, pero que estaría a completa disposición para lo que necesitaran. Le agradecieron por haber avisado del viaje y le confirmaron que seguramente no había ningún problema.

Valeria llamó inmediatamente a su amiga Pilar. Le contó todas las novedades y Pilar no podía de la dicha con las noticias. ‘Es lo mejor que le ha podido pasar, Valeria – le dijo Pilar emocionada -, ahora si se puede venir para acá sin afanes, pasamos deli, se aleja de ese gentío, se olvida de todo y se alista para empezar una nueva vida en New York ¡Mk! ¡Qué delicia! ¿Se imagina? Apenas pueda me voy para allá. ¡Qué emoción!’. Valeria se reía de escucharla y con una voz seria la dijo: ‘Vea Pilar, voy a ser sincera. Yo no estoy tan convencida de aceptar esa oferta en la empresa de Mateo y no tiene nada qué ver él; a lo que me refiero es a que sí, es una muy buena empresa, me van a pagar bien, es NY, todo lo que quiera, pero desde que conocí a toda esta gente, me hago constantemente muchas preguntas en mi cabeza. Es como si de repente me hubiera quedado sin piso. Es como que todo lo que había idealizado su hubiera ido pa’l carajo porque después de ver de cerca cómo funcionan las cosas en ese mundo corporativo que yo tenía en un pedestal, se me han cruzado mil cosas por la mente. Hasta he pensado en cambiar radicalmente de camino, dedicarme a otra cosa, no sé. Lo que pasa es que en este momento, no quiero desechar una oportunidad así porque además el hecho de irme para NY me atrae poderosamente. A lo mejor allá encuentro algunas respuestas o descubro otras alternativas. Y bueno, irme para su casa me parece una delicia. Tengo ganas de comer pizza, quiero caminar, ver tipos churros, pero sobre todo estar con usted. La extraño un montón y este periodo ha sido duro para mí. Me hace falta tenerla cerca y hablar de todo mientras nos tomamos un café’.

‘Ay! ¡Se me puso sensible! Jajaja. Usted sabe que yo también la extraño demasiado y me pone feliz saber que se viene para acá. Va a ver que vamos a estar felices. Me voy a poner a mirar planes y sitios para que hagamos cosas chéveres. Valeria, lo que yo creo es que las cosas llegan a la vida por una razón, y si, puede que en este momento haya quedado desilusionada del mundo corporativo, pero le doy una noticia: en ningún ámbito, ni en ningún escenario la vida es perfecta, y menos en este momento de la humanidad. Los desafíos van a llegar independientemente del camino que escoja y uno siempre se va a encontrar con gente que le haga perder un poco la esperanza, pero hay que seguir remando porque no todos estamos hechos de lo mismo. Hablando de eso, cambiando un poco de tema y solo para actualizarla con el tema de mi querido primo Pablo alias ‘el pegón’, le cuento que Camila está donde los papás de ella con los niños. Pablo está temporalmente en la casa de ellos, pero creo que muy pronto se va a ir de ahí porque lo lógico es que Camila se quede en su casa. Me contó mi mamá que Camila había dicho que, si no hubiera sido por las palabras de su mamá, tal vez ella no se hubiera animado a hacer nada, pero que se dio cuenta de que necesitaba alejarse urgentemente de él. Le dio pánico quedarse ahí porque esa golpiza que le dio fue una cosa horrible y pensó que con esos ataques de ira tan espantosos que le daban, era perfectamente posible que se le fuera la mano un día y la matara. Menos mal que reaccionó; está en terapia y bueno, poco a poco tratando de asimilar su nueva vida. Mi familia está todavía en shock; mi tía obviamente en negación. Imagínese que el cínico de Pablo dice que sí, que él tal vez tiene un problema de ira, pero que Camila es muy desconsiderada; que parece que no entiende que él tiene muchas responsabilidades, que vive muy estresado, que le exigen muchas cosas en el trabajo y que él lo único que trata de hacer es cumplir con su rol de marido y padre de familia. Que ella es muy egoísta, que le pide demasiado, que le contesta mal, que a veces ni se arregla, que se volvió una mujer amargada. En fin, lo típico del narcisista: él le pega y la trata ma, pero es por culpa de ella. Mi mamá se agarró con mi tía porque le dijo que Pablo era un descarado y mi tía obviamente salió en su defensa. Como es de esperarse, todo lo tienen super tapado para protegerlo a él. Yo le mandé un correo a Camila; me puse a su disposición, le dije que conmigo podía contar, en fin, traté de respaldarla para que no sienta que está sola con esto. Valeria, menos mal que ustedes se encontraron ese día. Eso sí, Pablo nos está odiando porque se enteró de ese encuentro y cree que conspiramos en contra de él. A mi particularmente me importa un pepino, por mí lo deberían encerrar. A estas alturas un troglodita de esos tendría que estar en una jaula. Pero bueno, ya no hablemos más de esa gente. Haga la reserva ya de los tiquetes que yo me voy a poner a buscar planes, ¿vale?’.

‘Eso de Pablo me pone a pensar también. Le juro que no va a pasar nada. Claro, Camila se separó y me alegra mucho por ella, pero él va a seguir la vida como si nada; eso es lo que me desilusiona de esta sociedad tan hipócrita; la misma cosa que con Alberto. El tipo es un depredador y se salvó de la cárcel porque lo resolvió con plata; se aprovechó en todos los sentidos de esa familia que solo le fue leal, trabajó para él toda la vida y así les pagó. En fin, me da escalofrío cuando pienso en esa gente. Quedaron por ahí volando los otros, Roberto y Cristina, los quebrados que a costa de lo que sea quieren seguir manteniendo el ritmo de estrato veinte. No, es que es patético, de verdad. Pero bueno, ya mismo voy a comprar los tiquetes y seguimos en contacto para seguir planeando todo’, le dijo Valeria a su amiga despidiéndose. Apenas colgó abrió de nuevo su computador y empezó a buscar los tiquetes cuando le llegó una notificación de las noticias de última hora. Abrió la página de La Prensa y cuando vio el titular de la noticia que aparecía en primer plano quedó paralizada.