Valeria quedó helada cuando vio ese nombre en su celular. En el momento decidió ignorarlo porque sabía que no iba a ser una conversación cualquiera, así que siguió comiendo, hablando con todos y disfrutando de la tarde tan agradable con este grupo de personas con quienes empezaba a sentirse cómoda. Después de haber comido siguieron tomándose algunos tragos. Alvaro le dijo a Valeria que él tenía un compromiso y que no podía demorarse mucho, pero que si se quería quedar estaba seguro de que Juan José la traería de regreso a su casa. Valeria analizó la situación y aunque estaba contenta, pensó que no era buena idea quedarse porque había notado que casi todos estaban muy prendidos y visualizó que mientras más pasara el tiempo, iba a ser más complicado devolverse y dormir en esa casa no era una opción. Le dijo a Alvaro que se devolvía con él. No le preguntó qué tipo de compromiso tenía y él tampoco entró en detalles. Aunque se moría de la curiosidad, el nivel de confianza todavía no estaba para indagar tanto y no quería ser invasiva.

Durante el viaje de regreso hablaron del más y del menos. Alvaro le preguntó que si la había pasado bien, Valeria le dijo que sí, que todo estaba delicioso y que en realidad, la habían hecho sentir a gusto, que había estado feliz. Alvaro le dijo: ‘Me alegro mucho; para serte sincero, me llevé yo también una grata sorpresa, no tengo mucha confianza con ellos, pero estuvo rico. Es obvio que, si no hubieras estado tú, yo ni me hubiera aparecido’. La miró de reojo y sonrió. Valeria le respondió con otra sonrisa y continuaron con las conversaciones un poco banales. Se encontraron con un poco de tráfico y Alvaro miraba el reloj insistentemente. Valeria notó la preocupación, sin embargo, por más de que trató por los lados de insistir en sacarle información acerca de su ‘compromiso’, no fue posible, así que se resignó y cambió el tema. Finalmente llegaron al edificio de Valeria, Alvaro se bajó, le abrió la puerta, la acompañó hasta la entrada, se despidió y le dijo: ‘Chao Vale, que descanses. Mañana te escribo, si te dan ganas de pronto podemos ir a cine o a comer algo’. Ella sonrió y le dijo que si, que esperaba el mensaje. Se despidieron con un beso en la mejilla y Alvaro aceleró el paso, entro a su carro y se fue volado. Valeria se quedó algo intrigada, pero siguió su camino hasta su apartamento.

Entró, miró la hora, se dio cuenta que seguramente su amiga Pilar estaría dormida y seguía el mensaje de Mateo pendiente por abrir. Se sentó en el sofá después de quitarse los zapatos y la chaqueta, se acomodó y decidió leer. Esto se desarrolló así:

Mensaje de Mateo:

Hola Val, ¿cómo estás? Te escribo porque mi mamá me contó que habló con la mamá de Pilar, entonces me imagino que ya te enteraste de las noticias…jajaja. Hace rato no sé de ti, ¿cómo va tu vida?

Mensaje de Valeria:

Hola, todo bien gracias. Trabajando normal. Si, hace rato que no hablábamos y si, Pilar me contó que te separaste. Lo siento mucho. ¿Qué pasó? ¿Cómo te sientes?

Después de haber mandado ese mensaje Valeria pensó: ‘¿Pero por qué debo hablarle de esa manera? ¡A mí no me debería importar cómo se siente! Arghh! ¡Ahí estoy pintada yo! Estas conversaciones con Mateo siempre son tan raras…’.

Mensaje de Mateo:

Mmmm… pues mira, no te voy a decir que ha sido fácil, pero ya ha pasado bastante tiempo, al menos el suficiente como para aceptar las cosas y entender que esta es mi nueva realidad. Simplemente la relación llegó a un punto en el que no nos encontrábamos más y punto.

Mensaje de Valeria:

¿Pero fue entre los dos que tomaron la decisión o fue ella? ¿Hace cuánto pasó?

Mensaje de Mateo:

Tú no cambias para nada. Sabes que esta tarde estuve escuchando Groove Armada, me acordé mucho de ti. ¿Cómo te va en el trabajo? ¿Estás contenta?

Mensaje de Valeria:

Ya empezaste con tus evasivas, bueno, puedo entender que no quieras hablar del tema. En el trabajo estoy muy aburrida, entré a Costa, pero la verdad, no ha sido como me lo esperaba. Ya estoy buscando otras cosas, vamos a ver si lo logro porque de verdad no me siento bien ahí. ¿Tu sigues en la misma empresa?

Mensaje de Mateo:

Si, sigo acá. Hace poco me ascendieron así que me ha tocado duro mientras le cojo el ritmo a las nuevas funciones, pero estoy bien. Ya llevo casi quince años en esta fucking compañía, es que el tiempo vuela. Costa es una empresota Val, no te creo que estés tan aburrida; bueno, de todos modos, estoy seguro de que vas a conseguir algo que te guste, aunque de pronto podrías tener un poco de paciencia. Yo no siempre estuve a gusto, para poder llegar donde estoy ahora, me ha tocado comer mierdita. Este mundo corporativo es difícil.

Mensaje de Valeria:

Si claro, paciencia; justamente eso es lo que no tengo. Es que al final, no se trata de eso, es que lo que estoy haciendo lo puede hacer un practicante, yo me siento preparada para hacer otras cosas; ya hice una especialización y todavía remando con cosas tan pendejas, me da mucha rabia, de verdad.

Mensaje de Mateo:

Ese geniecito no cambia… te veías linda hasta cuando estabas bravita.

Mensaje de Valeria:

¡Si, como no! no decías lo mismo cuando estábamos juntos. ¿Cómo están tus papás y tu hermana? Bueno, si de eso sí se puede hablar.

Mensaje de Mateo:

Claro que de eso se puede hablar. Tú sabes que ellos te adoran. Mis papás están bien, en lo mismo de siempre y mi hermana bien. En Miami, sigue casada con Francisco y mis dos sobrinos están lindos y grandes. ¿Y en tu casa? ¿Todo bien?

Mensaje de Valeria:

Si, todo bien, mi mamá ok, mi hermana jodiendo como siempre pero bien, mi papá en sus cosas, todos bien. Ahora tenemos conversaciones de amigos, ¡qué interesante!

Mensaje de Mateo:

Val, tú sabes que yo nunca voy a poder ser tu amigo, eso ya te lo había dicho.

Mensaje de Valeria:

Mateo, no empecemos con esas cosas porque normalmente el desenlace no es el mejor. Yo nunca he podido entender estos caprichos tuyos. Nosotros ya terminamos hace mucho tiempo, yo creo que una amistad se puede tener, pero tú con esas evasivas cuando se trata de tu vida privada. Cuando has aparecido nunca me preguntas si estoy con alguien, si no. Te comportas en un modo que no entiendo.

Mensaje de Mateo:

Bueno, digamos que casi siempre estoy enterado de tu vida. Tenemos muchos amigos en común y la gente cuenta cosas. No hay ningún misterio, sencillamente si hablo contigo, quiero hacerlo de cosas chéveres, de temas que nos gusten a los dos y ya. No le veo nada de malo. Y bueno, si es tan importante para ti ¿estás saliendo con alguien?

Mensaje de Valeria:

Pues conocí a alguien y sí, estamos saliendo.

Hubo una pausa. Valeria veía que en el chat aparecía: ‘Mateo escribiendo’, de pronto ya no, solo decía ‘online’, de nuevo escribía, pero no llegaba ningún mensaje. A Valeria le dio un ataque de risa y pensaba: ‘Este bobo, ¡¡¡qué hace!!!’. Finalmente llegó la respuesta:

Mensaje de Mateo:

Bien. Te quería contar que viajo a Bogotá en una semana. Voy a pasar el cumple con mi mamá y a descansar unos días. Me gustaría verte, de pronto podemos almorzar o algo. ¿Qué dices?

Mensaje de Valeria:

Si, claro, o desayunar. Mi oficina queda cerca a la casa de tus papás. Nos ponemos de acuerdo. ¿Y cuánto vas a estar? ¿Solo Bogotá o vas a viajar?

Mensaje de Mateo:

Voy a estar un poco más de dos semanas y todavía no sé si voy a viajar. Mi papá quería ir a algún lado y como que estaba mirando, pero la verdad, yo quisiera estar solo en Bogotá. No tengo muchas ganas de coger más aviones. Lo que quiero es verte. Esta tarde pensé mucho en ti, en nuestros viajes a Cartagena, ¡sobre todo la última vez que estuvimos allá que fue inolvidable… qué delicia! Es que me acuerdo y me da escalofrío.

Mensaje de Valeria:

¿Qué te da escalofrío?

Mensaje de Mateo:

Tú, acordarme de ti, de tu cuerpo, de tus besos, de la forma en que me tocabas, como me consentías. Me matabas. ¿A ti no te gustaba lo que yo te hacía?

Mensaje de Valeria:

Pues sí, obvio. Tú sabes bien que sí. Me gustaba mucho.

Mensaje de Mateo:

¿Qué tanto?

Mensaje de Valeria:

¡Mucho!

Mensaje de Mateo:

¿Como para que te mande una foto y te muestre como estoy de solo pensar en ti?

Mensaje de Valeria:

¡A ver!

Mateo le mandó una foto de su berenjena prácticamente en toda su potencia y esplendor. Valeria cayó rendida y se dio inicio una conversación tan caliente como los cuerpos de los dos exnovios que parece que tenían muchos recuerdos que los llevó a terminar mandándose más fotos, mensajes de voz con gemidos, deseos escondidos y fantasías que cada uno con el tiempo había recopilado y quería convertir en realidad. Era innegable la conexión sexual que había entre Mateo y Valeria. Esa misma que la llevó a tener el más fabuloso de los orgasmos, aunque su expareja se encontraba a kilómetros de distancia. No pudo resistirse, de hecho, ni siquiera lo intentó.

Algo pasaba con él. Ella se sentía en casa. No tenía que hacer ningún esfuerzo porque ya lo conocía, sabía sus gustos, sabía su forma de pensar, de ver el mundo, lo que quería, lo que no. Conocía a su familia, a sus amigos, su casa, su vida. Por años Valeria pensó que él era la persona con la que se casaría, con quien tendría hijos y viviría por el resto de la vida. No solo ella, todo su entorno. Fue su novio de siempre, con el que tuvo una relación larga y estable, con quien creció, se formó y le costó mucho tiempo recuperarse del dolor que le causó la ruptura, aunque fue ella quien le puso fin a la relación y casi que no se levanta del golpetazo cuando supo que Mateo se había casado.

Y ahora estaba ahí, en el sofá de su casa, soltera, teniendo sexo por teléfono con ese Mateo que se había separado, escuchando de nuevo ‘Paper Romance’ de Groove Armada, uno de los grupos favoritos de los dos y todo le daba vueltas en su cabeza. Pensaba en su futuro profesional, en Alvaro, en el nuevo grupo de amigos, en sus objetivos, en su vida, y se le cruzaban ideas extrañas con Mateo. Alcanzó a pensar que talvez podrían volver y que todo sería más fácil porque no había que empezar de cero, ya todo estaba armado. Ella podría ir a vivir a Estados Unidos con él, encontraría un trabajo y serían felices como siempre lo imaginó. Mientras pensaba en todo esto y terminaba de vestirse de nuevo, recibe otro mensaje.

Mensaje de Mateo:

Val, eres una completa delicia. Me matas. Oye, te dije una mentirita. Estoy en Bogotá, llegué ayer. ¿Nos vemos mañana?

¿Mateo está en Bogotá? ¿Qué va a hacer Valeria? ¿Va a cambiar sus planes con Alvaro por verse con Mateo?