Italia es un destino casi obligado para quienes visitan Europa en el período de vacaciones. Es un país que prácticamente no tiene pierde; es muy difícil encontrar algo “feo”. Sin embargo, hay cositas que hacen que uno vaya un poco más a la fija cuando se trata de escoger sitios donde comer o tomarse algo. Hoy quiero compartir con ustedes algunos tips para tener en cuenta a la hora de venir a este hermoso país!

1. Preferiblemente no se sienten a comer en los restaurantes que están en las plazas más concurridas de las diferentes ciudades. Si el caso es de urgencia, es mejor comer en un Mc Donald’s o en un Burger King. ¡Créanme!

2. Si quieren comer bien y con precios decentes, recurran a Tripadvisor o The Fork y busquen una “trattoria” que se encuentre cerca a los sitios que piensan visitar y miren muy bien las calificaciones y comentarios (sobre todo los de los italianos).

3. Arriésguense y prueben la comida regional. Se pueden informar por internet y pidan los platos típicos. La comida italiana es mucho más que pasta.

4. Yo no me confiaría mucho en las recomendaciones de restaurante que hacen en los hoteles; normalmente tienen acuerdos y no significa que en realidad sean tan buenos. No es una generalidad; a veces son honestos. Para lo que sí son efectivos es para ayudarles a hacer una reserva si es necesario.

5. Si quieren comer alguna vez en un restaurante WOW, pueden buscar por ‘ristorante stellato’ y asegurarse de hacer la reservación con tiempo. Normalmente hay listas de espera de semanas y hasta meses.

6. Si son super buenas muelas, pueden pedir unos antipastos (entradas) para compartir, un primer plato (pasta típica de la región) y un segundo. Si más bien comen poquito o normal, diría que es suficiente con un antipasto y un primo o antipasto y segundo. Un tiramisú lo tendrán que probar en algún momento.

7. Después de las comidas, seguro que les va a caer de perlas un digestivo (ammazzacaffè o amaro). Una copita de grappa, amaro del capo, limoncello, etc. Déjense aconsejar del mesero y prueben el típico de la región.

8.Si quieren comerse algo rápido, un pedazo de pizza o una focaccia o algo así, busquen un ‘forno’.

 
9.Mi esposo me dice que les diga que no se atrevan a tomar capuccino después de almorzar o comer; que no le agreguen queso a los platos de pasta con pescado; que no coman ravioli con pesto y que ni en chiste pidan una pizza con piña. (Estas son las exageraciones de los italianos; cada quien verá si se quiere empacar su cappuccio y qué!)

10. Estén atentos en los cafés o cafeterias que en Italia se llaman “Bar”: los italianos normalmente se toman su espresso de pie en la barra; si se sientan en una mesa, es muy probable que les cobren más por el servicio a la mesa.

11. Cuando entren a una heladeria, lo primero que deben hacer es buscar la lista de los precios. La oferta es sencilla: Cono pequeño (cono piccolo), cono grande, vaso, etc. Para que se hagan una idea, un cono pequeño, puede costar de 2 a 3 euros; de ahí pueden deducir el promedio de precios en una heladeria honesta. No pidan nada sin saber el precio primero. El cono mas caro por el que pagué me costo “15 euros” en Florencia y todo por dejarme emocionar por la apariencia. Casi me desmayo!!!

12. La hora del almuerzo en los restaurantes es de 12:00 p.m. a las 3:00 p.m. Cada vez hay más sitios que tienen un horario más flexible, pero es muy común que uno no encuentre servicio después de las 3:00 p.m. Así que verifiquen los horarios y no se confíen, si quieren almorzar sentaditos tranquilos en un sitio, vayan temprano.

13. Consejo: los italianos viven (y con mucha razón) orgullosos de su gastronomía y son muy celosos con sus recetas y tradiciones. De manera que les aconsejo de corazón, no pedir cambios en los platos, tipo: será que en lugar del pecorino me lo cambias por una mozzarella? O, Por favor me le quitas la pimienta? O cosas así. Si hay algo que les ofenda es este tipo de solicitudes. Es mejor que busquen un plato que contenga ingredientes que les gusten; no es exageración, pero se exponen a que les pidan que se vayan de un restaurante si piden que alteren una receta. En el mejor de los casos les dirán que no con la ceja levantada y punto final.

14. Se nota que ya estoy muy influenciada porque hago recomendaciones gastronómicas. Sépanlo: italiano que se respete habla de comida mientras come!!