Paula hizo sentar a Santiago y a Lina en el sofá.

Paula: Bueno, les tengo que decir algo muy importante y por eso les pedí que vinieran. Acabo de tener una conversación muy importante con su papá. Las cosas entre él y yo no están bien desde hace un tiempo y yo tomé la decisión de separarme. Lamentablemente esto es lo que pasa en los matrimonios; en ocasiones no duran para siempre y por más difícil que sea hay que pensar en el bienestar de todos antes de que las cosas empeoren. Solo les quiero dejar muy en claro que yo he hecho lo que pensé que era justo para que las cosas funcionaran, ustedes saben que para mi lo más importante son ustedes y Carolina, siempre voy a querer que el bienestar los rodee y que cumplan sus sueños. Tenía una propuesta para hacerle a su papá teniendo en cuenta que él fue quien tomó un camino que yo no puedo tolerar. Le dije que se fuera de la casa, sin embargo, se negó y no solo eso, si no que me trató muy mal y me culpó prácticamente de sus infidelidades. Yo necesito tomar distancia porque me niego a creer que tenga que soportar más humillaciones y se los digo porque sé que él les va a decir que soy yo la responsable de todo. Créanme que llevo muchos días pensando en esto, para mi no es fácil empezar de ceros y hacerme responsable de una casa, de ustedes y de todo lo que eso conlleva, pero sé que soy capaz de hacerlo. Soy una profesional, llevo trabajando mucho tiempo en la empresa que su papá y yo creamos y le he metido la ficha a ese proyecto, así que seguiré haciéndolo para poder cumplir con mis objetivos y sobre todo, para poderles dar a ustedes un hogar digno, que es lo que merecen. 

Quiero que sepan que estoy devastada, que esto me tiene muy asustada, que tengo miedo, pero necesito recomponerme, reencontrarme y darme el lugar que me merezco. No podría jamás criticar a Hugo como papá porque sé que siempre ha estado muy pendiente de ustedes y ha cumplido con sus responsabilidades, infortunadamente como esposo no ha sido lo mismo y no puedo decir algo distinto solo por no herirlos. Tienen que separar lo que sucede entre él y yo y la relación que él tiene con ustedes. Son cosas muy diferentes. Como me dijo que él no se va a ir de su casa, pues entonces me tengo que ir yo. Por ahora, entenderán que no me puedo ir con ustedes porque tengo que buscar un lugar donde vivir y eso es algo que no sucede de la noche a la mañana. 

Por ahora me voy a ir para la casa de Margarita; voy a estar con ella unos días mientras me organizo; seguiré trabajando como hasta ahora, o no, con mucho más empeño y estoy segura de que las cosas van a salir bien. Tan pronto haya encontrado un lugar donde podamos estar todos, vengo por ustedes, pero no puedo quedarme un día más acá soportando la crueldad de su papá. Y esto, Lina, es para que ojalá te sirva; para que entiendas que no podemos dejarnos maltratar ni amedrentar injustamente porque terminamos comiéndonos el cuento. 

Son años que llevo convenciéndome que soy poca cosa, que no sirvo, que no doy la talla, y eso es gracias a que varias personas, no solo su papá, se han encargado de meterme el dedo en la llaga diariamente para acabar con mi autoestima. Eso es algo que no podemos permitir. 

Y Santiago, para ti también va. Nadie tiene por qué utilizarnos, y debemos ejercitarnos para aprender a identificar cuándo una persona solo quiere sacar provecho de nosotros para su propio placer y luego botarlos cuando se canse. No todos los que se nos acercan con sonrisas, chocolates y sonrisas lo hacen con buenas intenciones; lamentablemente yo me di cuenta muy tarde, pero ustedes están jóvenes y tienen mucho tiempo para vivir una vida rodeados de gente buena, de personas que les aporten y sobre todo, que los respeten. Eso no evitará que las adversidades lleguen, pero al menos si uno está bien rodeado, serán el soporte y el apoyo para afrontarlas.

Santiago y Lina estaban anonadados. No sabían qué decir, se miraban entre sí y trataban de digerir todo lo que la mamá les acababa de decir.

Santiago: Mamá, ¿pero no hay forma de que arreglen las cosas?

Lina: ¿Pero no escuchó? Mi papá fue infiel.

Santiago: No, yo no puedo creer eso. De pronto es que a mi mamá le vinieron con un chisme y ella lo creyó. Mi papá nunca haría una cosa así.

Lina: Bueno, para mí también es muy raro. Mami, si es un chisme, deberías al menos tratar de confirmarlo. ¿Sabes con quién te fue infiel?

Paula: Eso no es importante ahora. Y no, Santi. No hay forma de arreglar las cosas. Entiendo que para ustedes sea difícil de asimilar todo esto, pero es una realidad y no hay vuelta atrás.

Santiago: ¿Y vas a dejar a Carolina también? ¿Ella que es tan apegada a ti?

Paula: Primero, yo no lo estoy ‘dejando’ y segundo, no, me voy a ir con ella. No puedo decirles a ustedes que vengan conmigo porque no cabemos todos donde Margarita, de otra forma lo haría sin duda alguna. Necesito un poco de tiempo para organizarme y después vamos a estar juntos otra vez.

Santiago: A mi esto me parece muy raro. No me imaginaba que algo así pudiera pasar, pero bueno, pues hagan lo que quieran. Allá ustedes.

Lina: ¿Y cuándo te vas mamá?

Paula: Mañana, hija.

Lina: Bueno, pues la verdad, no me esperaba una cosa así entre tu y mi papá, me duele mucho que las cosas se estén dando de esta forma, pero pues voy a estar lista cuando tengas la casa para irnos juntos.

Paula sintió un poco de alivio con las palabras de su hija, sin embargo, el pánico se apoderaba de ella. Estaba temblando, no sabía qué iba a pasar, cómo iba a despegar, no tenía nada, ni dinero, ni el apoyo o el acompañamiento de una mamá, estaba sola, pero aún así sabía que esa tenía que ser la única opción.

Mensaje de Paula a Margarita:

Quiubo, mañana llego a su casa con Carolina. Espero quedarme solo por unos días mientras me organizo.

Mensaje de Margarita:

Acá las espero.